lunes, 3 de mayo de 2021

(A GUARDA) Creación de la "Sociedad Pro-Monte Santa Tecla"


Tres ilustres caballeros guardeses, crearon en junio de 1912, la cultural y benemérita sociedad “Pro-Monte” de Santa Tecla. Ellos fueron, D. Julián López García, Farmacéutico e Historiador; D. Manuel Lomba Peña, Industrial y Primer Presidente y D. José Pedreira Sobrino, Sacerdote.

Aquella idea de estos hombres, fue pronto convertida en la más prometedora realidad al tiempo que acogida con extraordinario entusiasmo por los distintos sectores de la vida guardesa, corroborada, en una magna asamblea, el 29 de septiembre de este mismo año, en el Salón de Actos del Ayuntamiento de La Guardia, donde quedaron aprobados los estatutos reglamentarios.

La Sociedad desde su misma fundación sigue cumpliendo los fines que la motivaron: a) conservar las tradiciones inmemoriales vinculadas al Monte; así mismo, fomentar las solemnidades religiosas, restaurando y velando por la ermita de Santa Tecla; b) construir un nuevo y cómodo acceso a la cumbre; c) acometer y cuidar la repoblación forestal; d) procurar el hermoseamiento de dicho Monte.

Esta Sociedad constituida legalmente, le fue aprobado su reglamento por el Gobierno Civil de Pontevedra, el 7 de octubre de 1912.

En este mismo año, y, en aquella asamblea en el Salón Municipal, y por iniciativa de D. Constantino Candeira, nació una de las romerías más celebradas en todo el Bajo Miño: “La Fiesta del Monte de Santa Tecla”.

En 1913 y bajo la dirección del Ingeniero de Montes, el tudense, D. Rafael Areses, se inicia la construcción de la tan deseada y conveniente carretera o pista forestal a la cima de Santa Tecla. Este año, también, se acondiciona la popular y legendaria “Fonte do Ermitán”, los cómodos atajos, así como la construcción de las escalinatas al Pico de San Francisco y de la plazuela de fiestas al rellano del Púlpito. Se acomete- sin tregua- la repoblación forestal a cargo de la Jefatura de Montes, con el excepcional apoyo del Sr. Areses, con la celebración de varias “Fiestas del Árbol”, con la ejemplar concurrencia de escuelas y colegios, creación de viveros, actos culturales, etc.

A fin de proteger esta prometedora riqueza forestal, mediante un eficaz servicio de vigilancia, se levantó mancomunadamente (Sociedad Pro-Monte y el Estado), la casa forestal, en el Tecla, pasando al total usufructo de la misma, por esta sociedad guardesa. Para complemento de todo ello, se contó con guarda forestal propio.

Providencialmente, cuando se procedía a la apertura de dicha carretera (1913), que sería terminada por fases, se descubrieron- casualmente también- las ruinas arqueológicas de un antiguo poblado galaico-romano. Aquí fueron hallados: viviendas circulares, cerámica, piedras labradas, monedas romanas, restos de bronce, etc.

Este primer material comenzó a ser valorado y clasificado por el ilustre canónigo e historiador guardés, D. Juan Domínguez Fontela. Tales descubrimientos, fueron de tal resonancia que este yacimiento arqueológico de Santa Tecla fue visitado y conocido por los hombres de ciencia de Galicia, España y el extranjero. Así desfilaron por el Tecla, los más preclaros investigadores: Schulten, Obermayer, P. Carballo, Cuevillas, P. Jalhay, Bouza Brey, Ignacio Calvo, González García-Paz, Mergelina, Filgueira Valverde, etc, etc.

A la vista de la incalculable riqueza arqueológica y para orillar dificultades burocráticas, se aprovecha la gran valía y recomendación del distinguido político gallego, D. Mariano Ordóñez, Subsecretario de Justicia, apoyando la solicitud de permiso de excavaciones a favor del dibujante (de la Editorial Calleja de Madrid) y pintor guardés, D. Manuel Ángel Álvarez, que residía en aquella capital. Permiso, que D. Manuel Ángel obtuvo del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, el 26 de febrero de 1913. Esta autorización con derechos y obligaciones fueron gratuitamente cedidos a la Sociedad Pro-Monte, en el año 1919, por la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades, según voluntad del mencionado, D. Manuel Ángel.

En la mentada cesión de aquellos derechos y deberes, se vuelve a reiterar aquellas facultades: Practicar excavaciones en el Monte Santa Tecla, así como el encargo de conservar y custodiar, en lugar y modo adecuado (creación del Museo9, el material logrado y cuanto resulte de sucesivas exploraciones.

Curiosa nos parece la siguiente resolución Real, que se anota en el 2.º punto, cuando se dice Su Majestad el Rey (Q.D.G.), ha tenido ha bien resolver… Que en caso de disolución de la indicada Sociedad y teniendo en cuenta lo que determina el artículo 8 (Ley, 7 de julio 1911) y el 16 del Reglamento (1.º de marzo 1912) pasarán a ser propiedad del Estado, los descubrimientos hechos, así como los objetos, que serán conservados en La Guardia en la forma y condiciones que se determine, si llega el referido caso.

La Sociedad quedó, asimismo, obligada, en aquel entonces, y para siempre, a “practicar los trabajos arqueológicos del modo científico adecuado y a presentar a la Junta de Excavaciones, memoria de cada excavación, que se llevase a cabo.

En julio de 1914, se realiza la primera excavación oficial con cierto sistema y rigor, bajo la dirección del arqueólogo del Museo Nacional, D. Ignacio Calvo Sánchez. Los hallazgos pasaron a engrosar los fondos del naciente Museo local, que se instala en un edificio céntrico de la villa (propiedad de D. Manuel Lomba Peña, primer presidente de la Pro-Monte). El resultado de estos trabajos, se publicó en la Revista de Archivos,  Bibliotecas y Museos, Madrid, 1914.

En 1917, siempre con la iniciativa de “Pro-Monte”, se procede al ajardinado del Tecla, así como a la construcción de la moderna rampa escalonada al histórico y legendario “Facho”, instalando diversos miradores en puntos clave por su bella panorámica.

Por su notable eficacia y honradez, la “Junta Organizadora para el Hospital casa Asilo2, en Puerto Rico, delega en la “Pro-Monte”, el encargo de la construcción del bello edificio, que se conoce, con el nombre de “Centro Sanitario”, constituyendo el correspondiente “Patronato del Hospital casa-Asilo”, formando parte del mismo, el presidente de la Sociedad.

También en este año (1918) para fomento de la lectura y aumento de la cultura popular, se crea una importante Biblioteca Circulante, llegando a contar con más de 4000 volúmenes.

A partir de ahora, tanto por los descubrimientos que se están llevando a buen término, la difusión de los mismos, tanto por la prensa local, como por la regional, nacional y extranjera, y así mismo, por embellecimiento del propio Monte, la influencia de turistas es notabilísima.

Ante la incalculable importancia que iba tomando, incluso, interna-cionalmente, la “Pro-Monte”, se hizo consciente de la imposibilidad de continuar ese ritmo de actividades, que, sin quererlo, se salían de los medios económicos de una Sociedad particular, se buscó una fórmula de cooperación oficial. Así nació el “Patronato del Monte de Santa Tecla”. Estaba constituido dicho patronato por el Presidente de la Diputación, el Alcalde del Ayuntamiento de La Guardia, el Ingeniero Jefe del Distrito Forestal y el Presidente de la Sociedad Pro-Monte, actuando como secretario el que lo fuere de la Diputación. Esta etapa duró, oficialmente, desde la Real Orden de 20 de octubre de 1929 hasta el 23 de noviembre de 1940. Cuentan las crónicas que este período resultó fecundo y durante él, la Sociedad, alcanzó un alto nivel cultural, debido, en buena parte, a las relaciones y contactos con gente intelectual.

De 1929 a 1933, y por cuenta de la Junta Superior de Excavaciones, se llevó a cabo, la más importante serie de campañas de excavación en el Tecla. Estas, se realizaron bajo la dirección del profesor, luego Rector de la Universidad de Valladolid, las más sistemáticas y completas. Fueron recogidas en la publicación: La Citania de Santa Tecla, Valladolid, curso 1943-44.

En esta ocasión se da por terminada la instalación de las estaciones del artístico Vía-Crucis, con placas de bronce, obra del escultor valenciano, Sr. Vincent y que fueron donadas por las familias más representativas de la villa. Se debe la feliz idea, que realza la belleza, valor y devoción en este paraje guardés, al presidente, en aquel entonces, D. Julián López García.

Las ruinas de este yacimiento protohistórico del tecla, fueron declaradas Monumento Histórico-Artístico por Decreto de 3 de junio de 1931.

Se levanta, asimismo, el obelisco en memoria del Primer Presidente de la Sociedad, D. Manuel Lomba Peña, en la plazueleta a él dedicada.

La iniciativa privada, una vez terminada la carretera de subida en su totalidad, a fin de acoger la afluencia de turismo que sigue siendo sensible, se construyen en la cima el “Restaurante Jurado”, y más tarde, también el “Hotel Pazo Santa Tecla”, estos se inauguraron en el año 1935, y muy posteriormente el “Restaurante Mar y Cielo”.

Al estallar la Guerra Civil, las diversas circunstancias, obligan a la inactividad, tanto por parte de la Sociedad, como de los mismos restaurantes.

El Ministerio de Agricultura (23 de noviembre de 1940) dejó sin efecto la Real Orden de la Constitución del Patronato del Monte de Santa Tecla (como ya se indicó)revirtiendo a la Sociedad todos los derechos del Patronato, recobrando su primitiva autonomía, bajo la supervisión de la Jefatura del Distrito Forestal de Pontevedra.

El 7 de febrero de 1943, la Sociedad “Pro-Monte”, adquiere, por mediación de su Presidente, Dr: Sobrino Arias, la concesión y edificio del “Restaurante Jurado” haciéndose la escritura notarial, el 12 de noviembre de 1954.

Acondicionado este edificio, la Sociedad, trasladó a este nuevo y más adecuado emplazamiento, todo el material arqueológico, quedando aquí -de modo indefinido- el Museo de Santa Tecla. Después de su instalación y montaje por parte del Catedrático D. Manuel Fernández Rodríguez y por encargo de la “Pro-Monte”, se inauguró en 1953, con la visita de los asistentes al III Congreso Nacional de Arqueología, que se celebró en Galicia.

Tanto las colecciones, como el propio edificio del Museo Arqueológico de Santa Tecla, fueron declarados Monumento Histórico-Artístico, por Decreto de 1.º de marzo de 1962.

Se acuerda por mayoría la reforma y actualización del antiguo Reglamento de la Sociedad.

Por cuenta de la “Pro-Monte” se reanudan las excavaciones (1952-54) que serán dirigidas por D. Manuel Fernández Rodríguez, en aquel entonces, Comisario Local de Excavaciones; la última, se llevaría a cabo, en 1974, por dicho Sr. Fernández.

En 1956 se procede a la construcción de la arcada para ser alquilada a los vendedores de “recuerdos del Tecla”. Asimismo, se instala, con la debida autorización, un buzón de Correos en el Tecla. Al mismo tiempo se instalan en el Museo, dos vitrinas de material arqueológico de la comarca del Bajo Miño, como depósito de D. Manuel Fernández Rodríguez.

La “Pro-Monte”, en 1958 prepara una nueva edición de la “Guía del Museo”, obra del Sr. Fernández, así como otra nueva en 1960.

A petición de su Comisión Ejecutiva, se envía la colección de monedas del Museo, a la 1.ª Exposición Iberoamericana de Numismática y Medallística de Barcelona, la que fue distinguida con un Diploma de Honor (Noviembre de 1958).

Este mismo año, se inscribe a nombre y a favor de “Pro-Monte”, un terreno en el Cancelón, adquirido por la Comisión de Fiestas del Monte anta Tecla, a la familia candeira, para parque, llevando el nombre de Constantino Candeira y en su homenaje, por ser el iniciador de las Fiestas del Monte.

Esta Sociedad, desde su nacimiento, radicalmente cultural en donde sus socios cuentan con su propio carnet, pagan su cuota anual, más bien simbólica y ofrecen su Museo en la cima del Monte Santa Tecla, totalmente gratis.

La Sociedad “Pro-Monte”, lleva muchísimos años trabajando en la realización de notables mejoras, para hacer accesible su cima con una carretera y dar a conocer al turismo, las bellezas y la riqueza histórico-artística y arqueológica del Monte.

Era ya por su Reglamento, un auténtico Centro de Iniciativas y Turismo, que tuvo la honra de adelantarse, en el tiempo, a los actuales, y por ello, debidamente asesorados por el Sr. García Cernuda, la Sociedad, se dirigió a la Dirección general antes nombrada, para legalizar la situación en esta aspecto turístico, la cual comunico las instrucciones necesarias para poder incorporarse, por lo que tuvo que ser ligeramente modificado el Reglamento (14 de abril de 1963). Este nuevo Reglamento que remitió, mediante el Gobierno Civil (29 de julio), al Ministerio de la Gobernación. La aprobación del mismo fue comunicada a la Sociedad. Por todo ello, “Pro-Monte”, está oficialmente reconocida, ahora también, como entidad de CENTRO DE INICIATIVAS Y TURISMO (CIT). Como otros centros de iniciativas, la Sociedad, está unida a aquellas otras (mediante una cuota anual) en la Federación Española de Centros de Iniciativas y Turismo (FECIT).

Esta Sociedad –desde su misma creación- tomó parte en incontables y singulares mejoras en extricta colaboración con el Municipio, así como en la promoción de actividades turísticas en el Bajo Miño. Colabora frecuentemente con revistas y guías turísticas y de Museos, exposiciones, homenajes, etc.

La benemérita y veterana Sociedad, tiene publicadas las memorias desde su fundación, así como varios números de su “Boletín informativo” para sus socios, con la difusión de la riqueza arqueológica de su Museo.

Las últimas ayudas recibidas del Ministerio de Cultura supusieron una notable mejora en el poblado castreño del Tecla, pudiéndose llevar a cabo (1979-80) la limpieza, consolidación y vallado con red plastificada, en los poblados de Calvo I y II y de la “Casa Forestal”. Igualmente, en esta ocasión, se mejoró el Museo con servicios, seguridad mediante rejas, renovación de la instalación eléctrica, etc.

Fueron excepcionales las ayudas del Gobierno Civil (1982) y la constante por parte del Ayuntamiento, para limpieza anual, renovación de vitrinas, preparación del almacén con servicio de estanterías, fotografiado de piezas, colección de postales y diapositivas, preparación de trípticos histórico-turísticos 8que se ofrecen gratuitamente al turista), ayuda a nuevas publicaciones, catálogos, guías del Museo, etc.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario