jueves, 31 de julio de 2014

(A GUARDA) Festas da Virxen do Carmen ¿1961 ou 1962? Tripulación o Barquiño


Tripulación: Lito “Postín”, Tonio “Gervasio”, Luís “Negrín”, Manolo “Caje”, Antonio “Santamaría”, Fernando “Barbo” e Rafael “Moloni”

Foto cedida por Lito “Postín”

(BAIXO MIÑO) EL TERREMOTO DE LISBOA, 1º DE NOVEMBRO DO 1755 (II)

El Monasterio de Hoya, que debe su fundación al Señor Emperador Don Alonso, su aumento, y conservación a los demas señores Reyes de esta Monarchia esta alas orillas del Mar Occeano. A la quasi igual distancia de dos leguas entre las Villas de Bayona y La Guarda. Este el dia 1º de Noviembre del presente año, en que la Yglesia de Dios celebra la festividad de Todos los Santos, estando para entrar a cantar la tercia con la solemnidad acostumbrada, y preparados los Ministros para la Missa Mayor, a cosa de las diez menos quarto se empezo a sentir un temblor de tierra algo lento, que fue creziendo en tanto grado los cinco, o seis minutos que duro, que parecia undirse todo el Edificio, desquiciandose como de facto se desquiciaron las maderas y vigas de los Claustros asta (…) caer los mismos sillares, y piedras donde tenáin su asiento. La Yglesia y mas bobedas de el Monasterio hacian tal sentimiento, y desunión entre si, que todos consintieron, en que se venia a tierra el templo, y Casa, huiendo toda la Jente de ella, a excepción de Algunos Monges, que clamaban a Dios desde el retiro por la misericordia en tanto conflicto. Muchos de los que salieron del Monasterio vieron mover de tal manera la torre nuebamente construida, que les parecía imposible el que pudiese mantenerse:

            Los estribos que estan arrimados a la frontera del Monasterio se apartaban de la pared quasi una vara viendose por entre dicha pared, y estribo otros edificios contiguos: el ruido, que hubo mientras duró el terremoto fue como un trueno que suena a lo lexos sin interrupción alguna, motibado lo mas del cruxir de piedras y edificio. Se observo en el movimiento de la torre, y un piramyde que está sobre la Yglesia, que el movimiento, y terremoto caminaba de Naciente a Poniente, o al Contrario. No paró aquí el conflicto de los Monges y naturales de esta Jurisdicción: Porque haviendose restituido todos a la Solemnidad de la missa y tercia, volvio a repetir aunque mui de paso el terremoto, y acabada de celebrarse se vio venir una montaña de Agua de Mar con tanta prisa y ruido que parecía querer sorber el Monastterio. Llegó a su murralla, y bolvio a retroceder con la misma fuerza. Vino segunda vez, llego al mismo sitio, y se bolvio a retirar con el mismo impetu. Prosiguio otra vez, y se reconocio menos furioso el golpe de agua, y se quedo más atrás, pero lo que es de notar, y lo que, y lo que nos tuvo más aturdidos el ver que asta las dos de la mañana siguiente perseveró el fluxo y refluxo de las aguas del mismo modo, sin que se observase marea, ni curso regular; lo que hizo entrar en tal desconfianza a la Comunidad, que dispuso quedarse personas en vela aquella noche para avisar en Caso de que hubiese novedad mayor en las aguas. Antes del terremoto no hubo mas indico ni señal que un aire furioso en la noche antezedente.
            Las quiebras en el Monasterio que ocasiono fueron: desplomarse y abrirse la pared y bobeda del Cruzero de la Yglesia; sentirse los edificios todos abrirse un arco de una Capilla, en que descansa la escalera principal de la Yglesia de modo que fue preciso postearla para que no se venga a tierra; y ademas de esto toda la fachada principal, que cae a la plaza de Armas del Monasterio, se desplomó un palmo, y amenaza ruina en opinión de Nuestros experimentados. Sus habitantes, por la Divina Misericordia, no han padecido más daño, que aquel susto natural a todo viviente, ni que en la Jurisdicción de el Monasterio se observo mas daño, ni desastre que haverse muerto del susto una muger mui anciana y mal paridose otra de alli a unos dias. Por lo que se ha hecho el Novenario de hacimiento de gracias con la asistencia de la Santa Comunidad (…) su Pueblo exponiendo a las milagrosas y devotas Ymagenes de Santo Eccehomo y nuestra Señora del Mar, que aporto sobre un lebr (…) en las orillas de este Mar quando la Impia Isabela desterró de su Reyno estas Santas efigies y a cuia protección se atribuie nuestra libertad y amparo en semejante apuro.
            Esto es lo que pue (…) verdaderamente testificar como lo hago para que conste adonde convenga y sea necessario. Estando en este Monasterio de Santa María La Real de Hoya a cinco días del mes de Diziembre de mil setecientos cincuenta y cinco años Dr. Manuel Troncoso. Abad de Hoya.


EFECTOS DEL TERREMOTO EN OIA -8 de diciembre de 1775-
Libro de Acuerdos y Cartas Ordenes del año 1756


            Juan de Villela, Escribano Insolidum de numero y Aiuntamiento de la Jurisdición y Cottos de Hoya, certifico y hago fee en verdadero testimonio para que constte adonde convega y sea nezesario en como el dia seis pasado de estte corriente mes hallandose Su Merced la Justticia de estta Jurisdicion en su casa de Ajunttamiento que tienen en este Arrabal, en ella han hauierto carta orden de su Señoria los Señores de la ciudad de Tuy. Insertto en ella cartta orden de su Magestad expedida para que se le de quenta del subseso que en cada Pueblo de sus Reinos se ha experimentado el dia primero del corriente mes (Digo en el pasado de noviembre) y hauiendo su merced dicha Justicia y Reximiento echo comparecencia (…) y de mi escribano personas de Avilidad y Cristiandad de las quatro feligresias de que esta Jurisdición se compone en virtud del (…) miento que hivieron.  Declararon que en ella no subsedió cosa alguna mas que el susto que en el temblor que hubo (…) las nuebe y media del dia primero de dicho mes de noviembre causó a ttodos sus moradores y hauiendole manifestado asimismo la certificación que el Reverendo padre Abad da de lo subzedido en su Monasterio y de lo mas que fuera de el espresa hauer subcedido hallan ser ziertos y solo Añaden que en la dicha parroquia vieron que el rio de ella al tiempo del temblor principal pararon sus aguas y quedando seco de ellas y de inproviso bolvieron a su correr y para que tanbien constte mandaron dicho (…) re publicos se incluia dicha certificación del (…) Padre Abad con estte ttestimonio  que signo y (…) mandado de su merced dicho (…) en el (…) de Hoya a ocho dias del mes de Noviembre (…) Año de mil setecientos cincuenta y cinco. En testimonio de Verdad. Juan de Villela

(A GUARDA) Postas de sol no Porto



miércoles, 30 de julio de 2014

(A GUARDA) Porto, anos 50



(BAIXO MIÑO) O TERREMOTO DE LISBOA DO 1º DE NOVEMBRO DO 1755 ( I )


            Os efectos do terremoto de Lisboa, non tivo gran impacto en Galicia (en comparación con Andalucia), pois no noso territorio non produxo efectos devastadores en ningunha localidade, pero foi sentido en tódolo territorio da Provincia de Tui, no que non provocou víctimas entre a población. Os datos sobre este terremoto/maremoto (tsunami) foi sacada de diversos traballos de investigación publicados a raíz dos 250 anos deste acontecemento, dos que resumimos os referentes o actual Baixo Miño.

            Nesta data reinaba en España Fernando VI, sendo Intendente Xeral do Reino de Galicia, D. José de Avilés, quen recibe unha carta-orden para os xuices das capitales e pobos de entidade intermedia que notifiquen sobre os efectos do maremoto nos séus territorios, sendo recibida en Tui o 19 de novembro de 1755, dende donde se trasmitiu a tódolos pobos.

                Nos distintos informes, aparecen reflexadas distintas horas e tempo de duración: Ribas de Miño (1), de 8 a 9 e de 7 a 9 minutos; Tui e Oia as 9,1/2 entre 6 e 7 minutos;  ou en  Tebra e A Guarda  as 9,10 e entre  5 e 9 minutos.

            Así mesmo, destes datos, se desprende que o maremoto sintíuse en tódala costa da antigua provincia de Tui dende A Guarda ata Redondela, e que a súa forza sintíuse dentro das rías con bastante forza, xa que se constata que na de Vigo, hubo trens (de 3 a 7) olas, e con alturas superiores a tres metros En A Guarda hubo inundacións, pero sen moitos danos.

            Nos informes das igrexas, edificios civís e casas se pode calcular a intensidade do movemento sísmico: San Salvador de Piñeiro -parroquia de Ribas del Miño (1)-: “Le blandió su campanario” Tebra: “temblaron la tierra, casas, paredes y edificios” A Guarda: “parecía que se caían suelos, paredes, templos y edificios” Tui (Catedral): “se sintió menear la tierra con tanta violencia que se levantaban las piedras de las sepulturas, sacudiéndose unas con otras las de todo el templo, y blandiéndose con impetuosa violencia las rejas del coro y capillas y del mismo modo la del Santísimo Cristo de la Capilla Mayor, con todas las imágenes, follajes y remates de su adorno. Se sentían caer piedras de las bóvedas. Se meneaban con descompasada fuerza las torres de las campanas y las demás de la Iglesia y las almenas de la Coronación


            .Noutros informes aparece: Tebra: “se arruinó parte de la capilla d Nuestra Señora de Grixó, con bastante perjuicio de aquel santuario”. Ribas de Miño: (San Pedro de Forcadela): “en la iglesia, se abrió su capilla mayor” (Santo Angel de Taborda): “se abrió su capilla mayor” (Santa María de Tomiño): “se abrió su capilla mayor” (San Juan de Amorín): “se abrió la capilla mayor y se desquició el techo. A la capilla de San Miguel se le cayó un pedazo” (San Cristobal de Goian): “en su iglesia, el techo y paredes se arruinan siendo nuevas. Amenaza en las aquí nominadas mayor ruina” Tui (Catedral): “se ha mantenido en pie y sin especial daño la fábrica de este templo. Tres almenas han caído sobre la bóveda de la nave de San Benito sin hacer lesión alguna, no rompiendo ni el tejado ni la madera del armazón. Se ha hecho una hendidura en la fachada de la puerta principal de la iglesia, fácil de reparar”

            As reaccións da xente, son similares en tódolos pobos: Tebra: “los vecinos(..)  quedaron aturdidos” Ribas de Miño: “La gente estaba asustada; la más desmayada (…)” Tui (la catedral se movió sonando la campana del reloj) “obligando el temor concebido de tan inopinado formidable suceso a desamparar la iglesia al pueblo todo con precipitada fuga (…) implorando a voz en grito al patrocinio y amparo de nuestro glorioso patrón el señor San Telmo….Se imploró a voz en grito el patrocinio de San Telmo; solo por la intercesión de este santo se pudo merecer de Dios la piedad de que se suspendiese su ira contra esta ciudad y sus cercanías. Terminada la Misa Mayor se cantó el Te Deum en acción de gracias, con procesión por la iglesia. Se acordó se haga y se funde “in perpetuum” un aniversario en esta iglesia en el mismo día de Todos los Santos ”  


Relación verídica de lo que acaezio n el Monastterio de Nuestra Señora de Hoya, Orden de N.P.S.Bernardo, Obispado de Tuy Reino de Galicia. Con la ocasión del terremoto que hubo día 1º de Noviembre Del presenta año del Señor de 1775

(A GUARDA) Excursión do Colexio "A Sangriña" a finais dos anos 80


martes, 29 de julio de 2014

(A GUARDA) Equipo Ciclista José Riego Lomba, anos 70


Archivo: Francisco  Alvarez Koki

(A GUARDA) Francisco Álvarez Álvarez "Koki"

Monumento a auga de Estἀs con verso do poeta

Francisco Álvarez Álvarez, nace na Guarda un 27 de Novembro de 1957, no número 22  na Estivada Cidadáns, “parroquia de Salcidos”, é un escritor galego en lingua castelá e en lingua galega.

Na década dos 70, funda o equipo de ciclismo José Riego Lomba: Equipo de gran transcendencia no ciclismo galego, de donde sairían corredores profesionales.
No ano 1977 Koki, emigra a Francia para traballar nas fabricas de Bonduelle, donde traballaban moitos dos seus veciños, e alí compite unha temporada.
Na década dos 80 Francisco Alvarez Koki deixa o ciclismo e comeza a súa etapa de escritor.   
Vive, por razóns laborais, en Nova York. Ten sido antologado en distintas antoloxías e colabora en xornais de literatura de España, Portugal e Latinoamérica

Obra en galego
Poesía

Lexanías, 1980.
Maruxía, 1989.
Máis aló de Fisterre, 1991.
Alén da fronteira, 1999.
Para abril e amantes, 2003.

Narrativa

Ratas en Manhattan, 2007.

Literatura infanto-xuvenil
Un neno na emigración, 2014.

Obras colectivas
A Coruña á luz das letras, 2008.
En defensa do Poleiro. A voz dos escritores galegos en Celanova, 2010.

Vivir un soño repetido. Homenaxe a Lois Pereiro, 2011.
A cidade na poesía galega do século XXI, 2012.

Poesía

Poemas del verbo amar, 1981.
Soliloquios del silencio, 1982.
Para el amor pido la palabra, 1987.
Sombra de luna, 1990.
Desde la otra orilla, 1994.
Entre dos aguas, 1995.
Entre tu cuerpo y mi cuerpo, 1996. En 2007 publica unha antoloxía amorosa con este mesmo nome.
Nueva York en nueve poetas, 1999.
Al fin del siglo, 2000.

Obras colectivas

Nueva York en nueve poetas, 1999.
Doce poetas entre rascacielos, 2000.
Miradas de Nueva York, 2000.


Seis narradores en Nueva York, 2006.

(A GUARDA) anos 70



lunes, 28 de julio de 2014

(A GUARDA) Colexio "A Sangriña" ( II )


(A GUARDA) "TIPISMO DE LA FIESTA DEL MONTE SANTA TECLA", Francisco López Moure, Libro Festas do Monte, 1955


            Es empeño decidido de la Comisión que año tras año se viene superando en la organización de esta fiesta del Monte Santa Tecla, el darle el más marcado sabor típico a esta romería, para hacer de ella la más “enxebre” de Galicia.

            Y así vemos como agrupaciones de Coros y Danzas gallegos integran su programa, y las “ruidosas treboadas” de gaiteros ataviados con sus trajes típicos recorren las calles de la Villa la víspera y día de la fiesta para poner en movimiento a los guardeses y ultimar sus preparativos para la subida al “Monte” con el clásico “xantar”.

            Centenares de personas suben este día al Monte Santa Tecla, muchos de ellos venidos de los más apartados lugares de Galicia, y las sabrosas empanadas de “raxo” con las “botas y garrafones de viño do Rosal”, constituyen el imprescindible acompañamiento de los que en caravana multicolor suben, serpenteando los atajos que conducen a la ermita.

            Ya en la cumbre y después de asistir a la Santa Misa y procesión que en honor de Santa Tecla se celebra en su capilla, los romeros buscan la sombra de los verdes pinos o de las olorosas acacias para extender sus manteles, y entre las derruidas viviendas que un día habitaron celtas y romanos, celebrar la comida familiar que transcurre con la más placentera alegría entre “alalás” y “aturuxos”.

            Para que no falte el humor y la alegría, los gaiteros recorren los lugares donde se celebra el “xantar” y con sus alegres “foliadas” animan el ambiente y dan una marcada nota de tipismo regional.

            Terminada la comida y como evocación de costumbres ancestrales, la gente se reúne en la “explanada forestal” y espontáneamente da comienzo la “troulada”, baile ruidoso y de algarabía donde abundan más los saltos que el paso rítmico, y donde toman parte mozos y viejos sin distinción de edades ni clases.

            Al atardecer se inicia el regreso y en la falda del monte de nuevo se reúnen los romeros y familiares que no pudieron acompañarlos y han ido a esperar su regreso, para celebrar la merienda-cena con los sobrantes del “xantar” que en ese día suele ser siempre abundante y de buena calidad.

            Y así termina, forastero que no has gozado la dicha de asistir a esta romería, la fiesta que todos los guardeses esperan con deseo y nostalgia.



                                                                                  Francisco López Moure.

Publicado no libro das Festas do Monte de 1955

(O ROSAL) Procesión do Pilar, anos 60



Archivo: Manolo

sábado, 26 de julio de 2014

(A GUARDA) Porto e Malteses, anos 70



PRESENTE, julio/agosto-1937, por Domínguez Fontela, EL MONTE DE SANTA TECLA LA GUARDIA (Pontevedra) capítulo 4

III

LOS CULTOS DEL VOTO

(2ª parte)

Acabada la gran Misa se forma la procesión, yendo delante las siete cruces parroquiales y los estandartes de las Cofradías del país, detalle que se ha descuidado hace pocos años. En los días del historiador P. E. Florez (1765) eran unos cuarenta los estandartes, los cuales, como dijo un escritor americano, constituían un hermoso cuadro al ver flamear, agitados por el viento, esta multitud de estandartes y banderas de variados colores, pertenecientes a todas las parroquias.

            Antiguamente también iban “todos descalzos con seus bordons nas maos, salvo o priol que va vestido con sua vestimenta liturgica e calzado”. Dice después la Regla que “tomen un cramor a porta do curral de fora”; es decir, que al llegar a la puerta del cercado de la capilla, se postran todos de rodillas y comienzan las letanías cantadas en tono gregoriano: INDULGENTIA, KIRIE ELEISON, repitiéndose INDULGENTIA: CHRISTE ELEISON, e inmediatamente, SANCTA MARIA: ROGAI A DEUS POR NOS, DEUS, OUVID A NOS, KIRIE ELEISON, DEUS OUVID A NOS, y levantándose todos seguidamente, y en igual tono prosigue el canto de la letanía de todos los Santos, alternando el nombre de éstos con la invocación: Santa Tecla, etc. caminando todos lentamente hasta la explanada del púlpito de piedra. Allí se posa la imagen de la Protomártir en una mesa de granito, y sentándose todos, se predica el sermón del VOTO. Dicen las antiguas constituciones que “todos seían et ouvan mui entendudamente de algun dos monjes o sermón da vida perduravil ou da saude”.

            Acabado el sermón se bendice el pan, después de la proclamación de cargos y oficios para el año próximo, se reorganiza la procesión que se dirige al pico del “Facho”, “o outro cabezo que está contra o aguion”, donde arrodillados todos al llegar se reza a coro los salmos graduales y los penitenciales, con sus letanías, versículos y oraciones, catándose al fin el VENI CREATOR SPIRITUS y el Evangelio de la Ascensión del Señor. Antiguamente el día segundo se cantaba el de Pentecostés.

            Terminado esto se ordena de nuevo la procesión, y continuando el canto de la letanía como antes, se va al otro pico de “San Francisco” –“o outro cabezo que está contra o abrego”. Allí se hace conmemoración de la Virgen en su Natividad, regresando todos a la capilla procesionalmente donde se termina el “clamor” o rogativa con la oración oportuna.

            Van después todos los eclesiásticos al refectorio de la Congregación, que es una casa techada con planchas de piedra, y allí se sirve a aquellos y a los oficios de la Hermandad pan y agua.

            Antiguamente eran muy pocos los que en esta tarde bajaban a los pueblos, quedándose la mayoría arriba para continuar el ayuno a pan y agua, alimento que sólo se tomaba a la caída de la tarde, “quando se o sol quisese meter so as aguas”.

            Durante la tarde todos debían ocuparse en prácticas piadosas y “tratar separadamente e con toda pousadía e honestamente das cousas espirituaes e non dar temporaes... primeiramente das iglias que facer, ou das pontes que caen, para renovar, para ajudar os queimados ou aqueles a que arden o que avian ou ajudar os estraños, ou para defender as viuvas e os orphoos qe sen padre e sen madre, para remeir os cautivos qe jacen en terra de mouros, para reformar a paz entre aqueles qe ha non an, e asi falen de todas las outras obras qe son de misericordia, e isto asi feito tomen cada huun de seus dobrares e de seus mantees daquela razao e den dela por amor de deus”.

            Hasta hace pocos años al día siguiente, martes, se repetían todos los actos del lunes con la única diferencia de que en vez del sermón se hacía públicamente por votación, o por promesas, la elección de cargos, se pujaba la subasta piadosa de algunos oficios, terminándose con una frugal comida en el refectorio de la Cofradía a los eclesiásticos y oficios de ésta, durante la cual había lectura espiritual.

            Al terminar se baja en procesión la imagen de Santa Tecla a casa del mayordomo, donde permanece hasta el domingo inmediato en que se lleva solemnemente a la parroquia de La Guardia.

            Además de este día del VOTO hay otras tres fiestas en el transcurso del año, las cuales son también de JUBILEO, con facultad concedida a todos los confesores para absolver de pecados reservados a los que acudían a la capilla de Santa Tecla. Son estos días de JUBILEO, el 23 de septiembre (Santa Tecla), y lo segundos de las pascuas de Natividad y Pentecostés. En estas tres festividades jubilares concurren fieles de ambos sexos en grandes multitudes para lucrar estas gracias espirituales, acudiendo también muchos romeros del otro lado del Miño.

            A la festividad del VOTO, y también a las otras, han concurrido también muchas veces los prelados diocesanos, siendo el último el Excmo. Sr. Obispo don Antonio García y García que en el primer año de su pontificado asistió a todos los actos del VOTO.

            Debo terminar estas cuartillas recogiendo las frases del Padre Enrique Florez que dicen: “En estas festividades lo más notable y digno de que fuese imitado, es que en estas concurrencias no se oyen jamás instrumentos musicales, ni se hacen bailes u otras cosas que suelen profanar algunas Romerías, resultando que buscan lo sagrado sólo para cosas sagradas, implorando la protección de la Santa con espíritu de penitencia y devoción”.

            Tales son los actos que en este monte de Santa Tecla vienen celebrándose hace Ochocientos años, sin interrupciones, ni intervalos. Quiera Dios que el próximo año de 1938, año de paz definitiva para España, sea de gran renovación espiritual que enfervorice el espíritu de la comarca.

                                                                       Juan Domínguez Fontela
                                                                               Julio-Agosto de 1937.


(A GUARDA) Banda "Roja"


viernes, 25 de julio de 2014

(A GUARDA) Banda "Seménte Nova", 2010


PRESENTE, por Domínguez Fontela, EL MONTE DE SANTA TECLA LA GUARDIA (Pontevedra) capítulo 3

III

LOS CULTOS DEL VOTO

(1ª parte)


            A ruego de muchos lectores de mis artículos anteriores, voy a publicar una breve descripción de los actos que se celebrarán el próximo lunes, día 16, en la festividad del VOTO.

            Este se instituyó como testimonio público de gratitud de toda la comarca de La Guardia, por el beneficio de la lluvia, después de una pertinaz sequía de siete años que asoló el país a mediados del siglo XIV. “Agobiados los pueblos por esta extraordinaria sequedad –dice el P. Florez en su “España Sagrada”-, que padecía el territorio, acudieron al referido monte al patrocinio de la Santa, y lograron el beneficio de las aguas tan oportunamente que conocieron ser efecto de su intercesión”. (Tomo XXII, Capítulo XVI).

            Esto acaeció en el año 1355, último de esta prolongada calamidad. A esta fecha refiérese el Shronicon Conimbricense, diciendo: “Este anno foi o mais seco que os homes viron”. Con este suceso se enfervorizó el espíritu de la antigua Hermandad del Clamor, obligándose la comarca con el VOTO popular colectivo, que en este día se celebra en el monte de Santa Tecla.

            He aquí una ligera relación de los cultos de este día: En su madrugada todos los eclesiásticos del antiguo concejo, que no están impedidos, juntamente con grandes multitudes de varones del país y de las comarcas vecinas, con exclusión absoluta de mujeres, comienzan a subir al monte, sucediéndose unas a otras estas agrupaciones, según avanza la mañana. “Todos en sembra, ajuntados en huun” – como dicen las antiguas constituciones-, “vaan a aql. Monte hu se mostraron p. Muitas veces as virtudes de deus”.

            Según llegan a la primera estación de la VÏA-SACRA un sacerdote, o un seglar piadoso, inicia las meditaciones de la pasión de Jesucristo en su marcha y subida al Calvario. Es este un acto emocionante y sublimemente espiritual, saturado de recogimiento y fervor silencioso, únicamente interrumpido por el rezo colectivo de aquella multitud de hombres penitentes.

            La sublime majestad de los panoramas que desde allí se disfrutan, y los tenues rayos de la luz solar que entonces alborea, comenzando a dar color y vida a toda la naturaleza, dan a aquel cuadro un carácter de tal grandiosidad y poesía que el alma no puede menos de sentirse conmovida y transportada a las regiones superiores del espíritu.

            Terminan las estaciones del VÏA-CRUCIS en la puerta misma de la capilla. La mayor parte de los que no lo han hecho en sus pueblos entran seguidamente en ésta para recibir el Sacramento de la Penitencia, y para participar en la Sagrada Eucaristía, que frecuentemente allí se administra.

            Al romper el día ya se ha celebrado la Misa de alba. Durante la mañana van llegando otras agrupaciones de varones, dedicándose después todos hasta las once a prácticas piadosas. A esta hora hácese la procesión claustral alrededor del templo.

            “Comienza entonces la Misa mayor, como dice el P. Florez, más larga que las demás a causa de que, por antiquísima e inmemorial costumbre, se dicen en cada tercio unas veinte oraciones, la del día, las conmemoraciones de todo los patronos de las parroquias, y otras varias “ad diversa”, según el Misal Romano, por las principales necesidades temporales y espirituales”.


            Antiguamente, según las constituciones, se decían tres misas oficiadas: una de Réquiem por los hermanos de la Cofradía, otra a la Virgen, y la tercera en honor de Santa Tecla. Estas tres misas tenían liturgia especial en cuanto a las oraciones y a los prefacios de las dos primeras. Estos, tales como los consigna la Regla son hermosamente piadosos y doctrinales. Toda esta liturgia está basada en antiguos códices que se conservan en archivos monacales anteriores a los siglos X y XI, según he podido comprobar en la famosa obra del P. Martine De antiquis Ecclesiae ritibus y en las obras de los PP. Toledanos, que dan a conocer la influencia monástica de la Edad Media en la organización de esta Hermandad del Clamor. De esta liturgia hemos hecho un estudio especial, confrontando todas las frases de la misma con las fuente documentales de los archivos conventuales de Toledo, Tours, Arlés, Senlis y otros, en los que se inspiró la liturgia del monte de Santa Tecla.

(A GUARDA) Porto, anos 50



jueves, 24 de julio de 2014

(A GUARDA) Monte Santa Tecla, O Facho, anos 20



PRESENTE, por Domínguez Fontela, EL MONTE DE SANTA TECLA LA GUARDIA (Pontevedra) capítulo 2

II

(2ª parte)


En el año 1591 el párroco de Salcidos D. Álvaro Ozores y Sotomayor, fundador del monasterio benedictino de La Guardia, vio dichas constituciones originales en el archivo de Oya, e hizo sacar una copia para su uso o tal vez también para la misma Congregación. Así nos lo asegura el referido Tumbo de Oya. Esta copia también se ha perdido, siguiendo igual rumbo que su original.

            Posteriormente en el año 1780 el cronista del monasterio de Oya, P. Fr. Agustín Guzmán, hizo otra copia de la misma Regla, pero con varias alteraciones y omisiones, la cual conservada en el archivo del convento fue llevada con otros libros y documentos al Archivo de la Academia de la Historia, donde pude descubrirla hace años, después de prolijas investigaciones. (Tenía la signatura: Colección Abella, T. X. B. 89).

            Pocos años después, en 1807, hizo otra copia el P. Pablo del Castillo, cronista del mismo monasterio, que pude hallar recientemente en el Archivo Camaral del Obispado de Tuy. Esta es más correcta que la del P. Guzmán, aunque ambas adolecen de graves defectos por desconocimiento de la grafía gallega antigua. Castellanos ambos cronistas desconocían nuestra arcaica lengua originándose de aquí errores de transcripción, que hacen a veces ininteligible el texto a pesar de la prolija labor de depuración que me he impuesto. Murguía publicó hace años en el Bol. De la Real Academia G. La copia del P. Guzmán, pero con muchos yerros.
            Estas copias nos servirán, sin embargo, para confirmar el hecho histórico de la fundación de los cultos actuales en el monte de Santa Tecla.

            Dice así la Regla: “a terceira cousa he as pesoas de qe. Se aquestes stabelecemos primeiro comenzaron e foron os abbades religiosos ben ensinados ena fe católica conven a saber Don Pedro Abbade do moesteiro doya e Don Godinho Abbade de Barrantes e Don Pero Martínez Abbade do Rosal e outros muitos baroes de boo testimunho. Estes pola autoridade do mui piadoso Obpo Don Payo comenzaron a facer esta sca steeça qe deu sua autoridade ordinaria con interposizon e con decreto para en saecula et para sempre nunca seer quebrantada”.

            Tenemos, pués, una norma documental segura para asignar la fecha de estas constituciones. Estas se hicieron siendo Obispo de Tuy D. Pelayo Menéndez (1131-1151), y abades de Oya D. Pedro Inicio y D. Godino o Godinho, de Barrantes. Fue, pués, entre los años 1138 en que empezaron sus cargos los últimos y antes de 1151 en que falleció el Obispo.

            Y como ya hemos demostrado que esto no debió hacerse mucho después de la fundación de dichos conventos, es preciso señalar la primera fecha.

            En el año 1807 se suscitaron ciertas disensiones entre el Prior de la Hermandad y Consiliarios de la misma con algún párroco de la comarca, empeñado en sostener derechos de presidencia y jurisdicción en la capilla. Con motivo de esta cuestión baladí, de que antes de entonces había ya habido pesados pleitos canónicos, en los que hasta se acudió a la Rota romana, el Obispo de Tuy llevó a u curia el litigio que no resolvió hasta el año 1822.

            Entre las declaraciones e informes que en la Cámara episcopal se recibieron, existe una muy luminosa suscrita por el párroco de Loureza, D. José alonso, el cual demuestra documentalmente el carácter canónico de la Hermandad, exenta de la jurisdicción parroquial, que alguien negaba. Para demostrar su antigüedad estudia documentos históricos, terminando por decir que esta Hermandad sólo pudo ser fundada en 1150 a 1151, antes de morir D. Pelayo, y no antes porque porque no existía como abad D. Godino de Barrantes.

            Esta ha sido una falsa conjetura del Sr. Alonso, desconocedor del archivo capitular de Tuy y de la transcripción de algunos de sus documentos hecha por Florez. Según documento original que hemos leído y estudiado en ese riquísimo archivo catedralicio y publicó el docto agustino en el tomo XXII, Apénd. VII de su España Sagrada, D. Godino regía ya como abad en el año 1138 el monasterio de Barrantes. “GODINUS REGENTE ET ABATE IPSO MONASTERIO”. Así suscribe entre los magnates y señores que confirman el mismo documento Era mlla. C. LXXVI.

            Y aunque el P. Florez en el texto de su obra (XXII, pág. 87, número 69) habla de que en 1151 el Obispo había traído al Abad Godino, esta fecha refiérese a cosa ya pasada, pues, D. Godino era ya abad de Barrantes en 1138.

            Queda, por tanto demostrado documentalmente que este año es el de la fundación de la HERMANDAD DEL CLAMOR o Cofradía de Santa Tecla, siendo entonces aprobados sus estatutos por la autoridad de Maestrescuela, a quien entonces pertenecía confirmar, es decir, protocolizar los decretos episcopales. Estas reglas o constituciones fueron redactadas de nuevo en la forma en que las conocemos hoy, en el siglo siguiente o lo más tardar en el XIV, como lo testifica el estudio lexicográfico de su lenguaje galaico-portugués que hemos hecho y ultimado.


            Es, pues, es el año 1938 el año “Ocho Veces Centenario” de los cultos que actualmente se practican en el histórico monte de La Guardia. Esta fecha debe llenar de entusiasmo y fervor a todos los hijos de la comarca, al ver conservadas a través de tan remotas épocas unas prácticas tan piadosas como emocionantes, legadas hasta el día de hoy por nuestros antepasados.

(A GUARDA) voda, anos 70



martes, 22 de julio de 2014

(A GUARDA) río Miño e Portugal dende o Monte Santa Tecla



PRESENTE, por Domínguez Fontela, EL MONTE DE SANTA TECLA LA GUARDIA (Pontevedra) capítulo 2

II

(1ª parte)


            Según hemos dicho anteriormente, los cultos en el monte de Santa Tecla alcanzan a los primeros siglos del Cristianismo. Como se consigna en un antiguo impreso que se conserva unido a los libros actuales de la “HERMANDAD DEL CLAMOR”, y ha publicado también el Padre Florez en el tomo XXIII (capítulo XVI, pág. 177) de la España Sagrada, antes del siglo XII estaba ya en uso el reunirse los ermitaños de la comarca en tiempo del Estío, juntamente con los del monte Santa Tecla para consagrarse a colaciones espirituales y a ejercicios públicos de penitencia y oración, con la concurrencia del clero y fieles del país.

            Los recientes descubrimientos arqueológicos allí realizados confirman la existencia de un antiguo ermitorio con su templo, aprovechando las primitivas viviendas prehistóricas en aquellas alturas; ermitorio que estuvo bajo el patrocinio, y en honor de la Protomártir del Cristianismo, Santa Tecla considerada como Patrona de los ermitaños por haber practicado también la vida eremítica en los últimos años de su existencia, en Seleucia, después de su violento y heroico martirio, en el que no perdió su vida.

            Al erigirse el monasterio de Oya, en 1137, y al ser restaurado el derruido cenobio visigótico de San Salvador de Barrantes (Tomiño), todos los ermitaños del país se recogieron en éstos y otros monasterios, en cumplimiento de las disposiciones canónicas de la Iglesia, que en esta época suspendieron la vida eremítica solitaria. Con este motivo el culto en el monte de Santa Tecla quedaba interrumpido.

            Para evitarlo, los primeros abades y fundadores de los monasterios, de Oya D. Pedro Inicio y el de Barrantes D. Godino, en unión con el abad del Rosal D. Pedro Martínez, y demás clero secular organizaron esta “Hermandade” o “Cofraría do Cramor” con la aprobación del Obispo de Tuy D. Pelayo Menéndez, inspirador de estas fundaciones monacales, y de otras no menos importantes en toda la diócesis de Tuy, a uno y otro lado del Miño.

            Permítasenos aquí una pequeña digresión. D. Pelayo Menéndez es uno de los obispos más notables del Episcapologio tudense. El restauró el monasterio visigótico de Barrantes destruido por Almanzor, adquiriendo sus ruinas y colocando allí entre los monjes a personas de su familia. Cooperó a la fundación de Santa María la Real de Oya, favorecida por el Emperador Alfonso VII; impulsó a la Condesa Doña Paterna en la fundación del de monjas benedictinas de Paterne, junto a Melgazo, donde la misma noble dama recibió del Obispo el hábito monacal; erigió el ermitorio monástico regular de San Cosme, cerca de Baredo, en Bayona, y por último introdujo la vida monacal en el Cabildo de Tuy, en el año 1138, vistiendo él mismo la cogulla, y pasando a hacer vida de comunidad ordinaria bajo la regla de San Agustín. Favoreció también en cuanto pudo la fundación monástica de Santa Eulalia en tierra de Morgadanes. Estos hechos, amén de otros que no relatamos, nos dan a conocer la grandeza de ánimo y el espíritu de celo pastoral que caracterizó al ilustre Prelado cofundador de la “Hermandad del Clamor” en el monte de Santa Tecla.

            Acerca de esta fundación escribe el Padre Florez en el lugar citado: “Edificados con los ejemplos de los antiguos ermitaños, los eclesiásticos y seglares no quisieron que se desvaneciese el recuerdo de aquellos, y empezaron a ejercitar por sí parte de lo antiguo y de lo actual, subiendo al monte por el tiempo del Estío a ejercicios de penitencia”.

            Esto sucedió en el año de 1138. La designación de esta fecha está controlada por el benemérito y cultísimo sacerdote, natural de las Eiras y Catedrático del Seminario Conciliar de Tuy en los primeros año de su fundación D. Juan santos Villa, el cual es autor o compilador de una CRÓNICA en cuatro grandes volúmenes inéditos, que posee su familia, y que me facilito en su día el finado párroco de Pedornes (Oya), D. Antonio Martínez Villa, sobrino de aquél.

            Al referirse aquel ilustrado sacerdote al año 1138, en su “Crónica” dice explícitamente apoyado en documentos del monasterio de Oya, estudiados personalmente por él, que en dicho año comenzaron los cultos organizados en forma de Hermandad o Cofradía del Clamor en el monte de Santa Tecla por todo el clero regular y secular del país. El referido señor Martínez Villa poseía también notas y apuntes sueltos recogidos por su tío, referentes a esta fecha.

            EL TUMBO NUEVO de Santa María de Oya, libro M. S. Incompleto, que alcanza sólo hasta el año 11384, tiene unas referencias muy interesantes concernientes a la fundación de esta Regla del Clamor o Congregación de Santa Tecla, que confirman nuestro aserto.

            Desde el folio 165, con motivo de estudiar la fundación de la capilla de San Cosme en la parroquia de Baredo, cerca de Bayona, obra piadosa en la que intervino el ya citado obispo D. Pelayo, para dedicarla a cenobio monástico, hace el cronista del monasterio de Oya, autor anónimo de dicho Tumbo, una larga disertación que termina hablando de la reforma y ampliación de dicha capilla que se realizó en el año 1645. Con este motivo, y refiriéndose a esta fecha reproduce una nota marginal escrita por otro cronista del monasterio en el libro original de pergamino que contenía la Reglña y Constituciones de Santa Tecla, la cual dice así: “Tiene por tanto de antigüedad esta Regla y Cofradía de Santa Tecla quinientos y siete años”, de donde se deduce que en el año 1138 es la fecha en que se organizó la Hermandad del Clamor o de Santa Tecla.

            Existe un argumento apriorístico que encierra una gran fuerza moral y lógica a favor de esta fecha, y es el siguiente: Si la razón de organizarse esta Hermandad o Cofradía fue evitar que quedase abandonado el culto antiguo que existía en el monte, con motivo de retirarse a vida claustral los ermitaños de la comarca, como la fundación de estos monasterios se verificó en los años 1137-1138, loa organización de la Cofradía o Hermandad debió hacerse simultánea o inmediatamente, sin dar lugar a intervalos, más o menos largos que habrían de ser perjudiciales para la vida religiosa de la comarca, y en especial para el culto del antiguo ermitorio y templo de Santa Tecla tan vinculado y arraigado en el país.


            Como hemos dicho, la “Regla de las Constituciones de la gloriosa Santa Trega da vila da Guarda”, consérvabase manuscrito en un libro antiguo, todo él en pergamino, en el archivo del monasterio de Santa María la Real de Oya. Desperdigados o perdidos los tesoros bibliográficos y paleográficos del mismo y de su biblioteca, igual suerte corrió el libro de Santa Tecla. No tuvieron mejor fortuna los libros antiguos de la Cofradía que ésta debía poseer. Los que hoy conserva ésta alcanzan a fines del siglo XVIII solamente.

(A GUARDA9 Xuventude a principios dos anos 60

Paco "Da Leona", Juan Alberto "Philis" e Lalo "Martín Rey"

Archivo: Paco "Da Leona"