La competitividad es inherente al ser humano y determinante en su evolución, ya
desde la antigüedad se canalizó ese impulso a través de los juegos y de hecho
,en tiempos de paz , no había mayor gloria en
la civilizada Grecia de hace casi tres mil años que ganar los juegos en
los que competían atletas de sus ciudades; pero en la vieja Europa no todo el
mundo podía ir a Olimpia a buscar los
laureles, y si en Romadestacaban las competiciones con carros, los labradores competían
con la fuerza de sus bueyes ,los campesinos lo hacían con sus guadañas y los pescadores con sus barcos.
Sumándose, en este último caso, al sacrificio que conlleva el afán del hombre
de mostrarse más fuerte y hábil que los demás, los valores de competir en equipo
como son la coordinación, disciplina e incluso la amistad.
La natural querencia a mejorar los resultados de la última prueba hizo
que se perfeccionasen los equipos y así como el campesino tenía para competir,
cortando el campo de hierba, una guadaña ligera y bien afilada y otra para el
trabajo, igual los pescadores dejaron sus pesadas lanchas para su oficio de la
pesca y usaron otros botes más ligeros y rápidos sólo para la competición y así al llegar las fiestas de
la patrona demostrar las habilidades adquiridas en el ejercicio de su profesión
de manera más eficiente.
Con nuestro pueblo entre el mar y el río no podía faltar ese regateo
entre nuestros marineros que alcanzó gran popularidad a mediados del siglo
pasado. Se celebraban las competiciones durante las fiestas en honor de la
Virgen del Carmen y acudían al puerto
gente de todas la parroquias y pueblos
cercanos y desde el muro del puerto, el abarrotado muelle alto y las embarcaciones a flote, disfrutaban del
empeño de los infantes en sus pequeños botes individuales, con algún vuelco
incluído, y después, cuando empezaba la lucha de titanes,aclamaban
constantemente a los dos equipos, mezclándose sus voces y aplausos con las órdenes
de los patrones y el gemido de los
esforzados remeros, y viejos compañeros pero ahora rivales entregados en cuerpo
y alma a coronar la prueba en una tarde inolvidable para todos.
Para esta lucha se necesitaban los mejores barcos y no faltaban en A
Guarda mentes capaces y manos hábiles para fabricarlos.
Voy a dar una guiñada para referirme a otra modalidad
de regata que es con barcos a vela y compiten en muchas categorías, desde el
pequeño “optimist” hasta los grandes cruceros oceánicos pero siendo las más populares las de balandros y recordar
que de nuestro pueblo salió, en el año 1934, el primer velero de la categoría “Snipe”
de España, el “Toñete” por encargo del
rosaleiro Antonio Ruiz Martínez
aficionado al mar y miembro por entonces del Club Naútico de Vigo, aportando él los planos
del recién diseñado modelo americano; barco
que actualmente se conserva en el Museo Marítimo de Barcelona.
Y, volviendo al rumbo que llevaba, fue el Maestro Carpintero de Ribera, Domingos
Carrero quien con su experiencia y los conocimientos de dibujo técnico
adquiridos en la Escuela de Artes y oficios de Vigo, diseñó y construyó en su taller del puerto guardés
estos veloces botes de aproximadamente nueve
metros de eslora, para seis remeros y timonel que competían en nuestro pueblo. Un
modelo de barco que de A Guarda “saltó” a las rías y cuando, por sus múltiples
ventajas el plástico se impusó a la madera en las embarcaciones de regata, sirvieron
estos botes como molde para hacer los primeros en nuestra costa.
Es asombroso el cambio experimentado en esas antiguas competiciones desde entonces hasta
llegar a ser partícipes de los Juegos Olímpicos. Se formaron asociaciones o
clubes que se federaron y se regularon los tipos de embarcaciones y categorías
por edades y en las que también se integraron las féminas .Dejaron de competir
en las fiestas los botes de madera para
hacerlo en fechas concertadas ligeros bateles o trainerillas, traineras ,etc. barcos
proyectados con la más moderna tecnología naval informatizada y usando en su
construcción ligeros materiales pero de
muy alta resistencia como la fibra de carbono .Las capacidades de los remeros ya
no son fruto de un oficio sino que
surgen de un duro entrenamiento específico para ese fin, alcanzando en las regatas
metas que hace cincuenta años, además de
ser inalcanzables ni siquiera se podían soñar, como tampoco podía nadie pensar
y no deja de admirar a quien recién lo
conoce, que llegaríamos a ver competiciones de remo sin barco, como son las que
se hacen con los propios instrumentos
simuladores que antes solamente se usaban para los entrenamientos de
puertas adentro.
En este nuevo panorama el nombre
de A Guarda permanece en primera plana
de este sector deportivo de mano de nuestro digno representante el Club de remo Robaleira que nos enorgullece
con sus muchos y contínuos éxitos y da
cabida a los niños y jóvenes tanto guardeses como foráneos que sienten
predilección por este deporte y que sin su existencia seguramente hubieran
visto frustrada su esperanza de practicarlo.
Un club del que obvio hablar por
ser su trayectoria de sobra conocida por todos .
José Magoal
Publicado no libro das Festas do Carmen de 2018
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