domingo, 31 de diciembre de 2017
sábado, 30 de diciembre de 2017
viernes, 29 de diciembre de 2017
jueves, 28 de diciembre de 2017
(A GUARDA) El Sanatorio
CRÓNICA
GUARDESA
(LA
VOZ DEL TECLA-7 de Mayo de 1911-N.º 2)
¿Qué
quien fué el primero que dió nombre tan propio á tan simpático lugar? No lo sé,
ni acaso el mismo que se lo dió, tumbado, tal vez, sobre el fresco césped,
aspirando el olor acre de los pinos, se
recuerde de que fué él quién dió el nombre al rinconcito aquel.
El
caso es que alguien un día le llamó “Sanatorio” á un pinar, un pequeño
pinar que realza su tono verde oscuro sobre el árida ladera del monte Torroso.
En la
fotografía, a la derecha el pinar pegado á la carretera de Bayona, llamado el
“Sanatorio”.
Se
halla á un lado de la carretera de Bayona, vulgarmente llamada dos
Casás, muy cerca de la poética “Cruz das Loucenzas”.
Es
un pinar al borde del camino, en el que hay un pequeño asiento de piedra en
forma de sofá, como puesto allí de intento para que el observador examine
cómodamente el expléndido paisaje que desde allí se mira.
Yo
gusto de ir al “Sanatorio” en los días crudos de invierno, cuando el intenso
frío entumece el cuerpo, y sentarme en aquel sano retiro, calentado por el sol,
al abrigo del cierzo que barre el pueblo. Y gusto también de ir á él en las
tardes de verano, cuando el sol declina, á recibir la fresca brisa que viene
del mar.
Y
sueño. Yo en el “Sanatorio” sueño y recuerdo…
Allá
están los fosos del antiguo “Castillo de
Santa Cruz”, cubiertos de maleza, bajo la que rastrea la culebra; más
arriba las murallas medio derruidas, las garitas derrumbadas, por entre cuyas
ruinas trepa la hiedra y nace el jaramago. ¡Cuántas veces, de niño, bajé á esos
fosos, me encaramé á esas murallas en busca de nidos y á caza de grillos…!
Más
acá as Cobas, llenas de sauces y
abedules, de olorosas retamas, de madreselvas delicadas, por donde serpentea un
regato sobre un de guijas, orillado de verde césped; es el regato donde, cuando
chiquillo, cazaba los pájaros que bajaban á bañarse en él… Cuantas veces sudoroso,
jadeante de correr por estos sitios, de saltar por estos campos, mitigaba la
sed en la fuente dos Casás, que desde
aquí diviso…
Allá,
en el fondo del acantilado, á Area Grande,
donde el mar, al morir, lanza una queja voluptuosa y lenta… Ahí, en compañía de
otros chicos, cansados de salir de peña en peña cuan gárrula bandada de
gorriones, muchas veces me bañé yo siendo niño…
Desde este lugar
solitario, al que vengo en busca de gratos recuerdos, contemplo el escenario de
toda mi niñez. Yo no encuentro otro lugar en mi pueblo donde pase horas de tan
grata melancolía como en “El Sanatorio”.
Acaso por esto mismo los
indianos de mi pueblo gusten, como yo, de tumbarse allí en invierno, al abrigo
del duro norte, sobre el césped del virgiliano pinar, al amor del sol; ó á la
sombra de los pinos en verano, cuando al declinar de la tarde se levanta del
mar la fresca brisa que ensancha los pulmones, y entregarse así al recuerdo de
los tiempos pasados, los bellos tiempos de la niñez, en medio del silencio del
tranquilo paisaje, solamente interrumpido por el pausado vaivén del mar, ó por
el agria canción del saltamontes…
Cándido Rodríguez Vicente (CYRANO)
miércoles, 27 de diciembre de 2017
martes, 26 de diciembre de 2017
domingo, 24 de diciembre de 2017
sábado, 23 de diciembre de 2017
viernes, 22 de diciembre de 2017
jueves, 21 de diciembre de 2017
miércoles, 20 de diciembre de 2017
(A GUARDA) ¿ “Pedro Madruga” - Cristobal Colón? Libro Festas do Guía, 2017
En el Museo municipal del palacio
de Castrelos, se encuentra el grabado que aquí se reproduce con el autógrafo de Pedro Álvarez de Sotomayor, más
conocido por Pedro Madruga, y que al fin y al cabo podemos afirmar que se trata
de Cristóbal Colón. Traducción de dicho documento fue hecha por el paleógrafo
don Juan Domínguez Fontela y, dice así:
Yo
do pedro de souto mayor code de camiña e vizcode de tuy conoçco e outorgo q
recebi de vos juo de Sequeiros…dez myll pares de brancas de huñas fincas q me
destes por eytor de Benavides q me no errase os qes rreceby y sete myll pars en
un cabo e tres myll de vosa prestaaça e por… verdade firmey aq do meu nomets q foro presentes mrc de puga… f… nelos e arda
e perucho feyta en Pontevedra a XXV de mar… e catrocentos e setenta e seys
anos. Yo po code e vizcode.
¿Quien era Pedro Álvarez de
Sotomayor popularmente conocido como Pedro Madruga?:
Don Pedro Álvarez de Sotomayor,
fue hijo natural de Fernán Yáñez de Sotomayor, según declaración hecha por éste
en su testamento diciendo: Pedro de
Sotomayor mi fillo bastardo que lo obe de una mujer que sabe bien su nombre y
quien ella es Alfonso García Darban mi escudero y Rodrigo Deza mi sobrino.
Por voluntad de su padre comenzó
los estudios de la carrera eclesiástica y antes de terminarla Enrique IV le concedió
la mitra de Santiago, no llegando a posesionarse de ella por fallecimiento de
su hermano don Álvaro, que lo había prohijado dejándole todo lo que tenía con
consentimiento del Rey (Real cédula de 6 de Agosto de 1468), por lo cual fue
dueño de la Casa de Sotomayor y todos sus estados.
Fue un noble, guerrero
despiadado, arrojado y astuto, enemigo de los Reyes Católicos, Vizconde de Tui,
Mariscal de Baiona y Conde de Caminha. El nombre de “Madruga” le venía por su
costumbre de cabalgar de noche, una estrategia que utilizaba para coger
desprevenido al enemigo.
Tuvo muchos éxitos, pero también
sus derrotas, y por último fue encarcelado, librándole de la prisión su
protector Alfonso V de Portugal que pretendía casarse con Juana la Beltraneja
por quien Madruga levantó bandera y la hizo reconocer como reina en sus
estados.
Casó con una portuguesa llamada
doña Teresa de Tábora que fue la causa de su amistad con el Rey de Portugal de
quien llegó a ser consejero.
De su matrimonio tuvo varios
hijos entre ellos uno llamado Cristobal de Sotomayor que desde su infancia fue
protegido de Reina Isabel de Castilla, caso curioso ya que su padre era el más
feroz enemigo de los Reyes Católicos.
Pedro Álvarez de Sotomayor, hizo
testamento en Refojos (Portugal), el 10 de Enero de 1486 y dícese que murió en
el convento de San Leonardo de Alba de Tormes a consecuencia del carbuncio, lo
cierto es que nunca apareció su cadáver y nadie lo reclamo, ni lo echo en
falta.
Pues bien, tras un
peritaje caligráfico y más de 80 peritos
expertos han llegado a la conclusión que
Pedro Madruga y Cristóbal Colón son la misma persona.
Otros argumentos que avalan esta teoría.
- Comparten escritura
-Sabemos que Colón era gallego porque escribía en el
gallego de aquella época, con los mismos giros, y por la toponimia, porque los
nombres de los sitios que fue bautizando en el descubrimiento constituyen un
calco de las Rías Baixas, de las costas pontevedresas, de hecho hay más de 200
lugares que coinciden. Además en ese momento el único sitio del mundo en donde
existía el apellido Colón tal cual, sin que fuese Colombo ni Colóm ni nada por
el estilo era aquí de Pontevedra. Además se sabe que Cristóbal Colón era noble,
un personaje que era recibido por los reyes, tanto los castellanos como los
portugueses, franceses, ingleses, todos lo trataron como noble antes, durante y
después del descubrimiento, tanto a él como a su hermano Bartolomé y en esa época
ningún plebeyo podría tener acceso a esas cortes, llegar a donde llego.
-Compartían amigos
-Los amigos de Pedro Madruga son los amigos que
después tendría Cristóbal Colón, los enemigos de Cristóbal Colón son
casualmente los enemigos de Pedro Madruga, los sitios donde dijo Cristóbal
Colón que estuvo son los mismos que sabemos que estuvo Pedro Madruga, hay
muchísimos datos que respaldan esa total coincidencia, datos avasalladores como
que por ejemplo Cristóbal Colón siempre protegió a los hijos de Pedro Madruga,
se preocupó por todos sus hijos y ya en la época de Carlos V se afirma que el
hijo de Pedro Madruga era hijo de Cristóbal Colón.
-Pedro Madruga muere en extrañas circunstancias.
- Supuestamente muere en 1486, pero más que morir
desaparece porque no hay entierro, no se encuentra el cuerpo, nadie lo reclama,
y casualmente el día que Cristóbal Colón visita a los Reyes Católicos está
documentado que es el mismo día que Pedro Madruga visita a los monarcas, en la
misma corte, en el mismo día y a la misma hora, estuvieron sentados en el mismo
banco. Después desaparece misteriosamente y no se sabe nada de él pero
curiosamente aparecen más de 100 documentos que lo dan por vivo hasta 1506. Se
trata de reclamaciones de dinero, pleitos etc donde se menciona a Pedro Madruga
como una persona viva.
El primer entierro de Cristóbal Colón tuvo lugar en la
misma iglesia de Valladolid en que estaba enterrado Fernán Yañez, padre de
Pedro Madruga.
-¿Por qué el cambio de identidad, si los reyes sabían quien era
realmente?
-Pedro Madruga había sido uno de los enemigos más
importantes de los Reyes Católicos pero en ese momento ya no había problemas,
los reyes sabían perfectamente quien era Cristóbal Colón pero públicamente no
podían darle todas las posesiones que le dieron llamándose Pedro Madruga porque
el resto de la nobleza se les echaría encima, después de que Madruga hubiese
sido un enemigo declarado. La clave es que Pedro Madruga conocía los secretos
mejor guardados de la navegación portuguesa, era un experto navegante. Entonces
los reyes lo que hicieron fue decirle que no le devolverían el condado de
Sotomayor pero a cambio de lo que te daré me entregarás esos secretos de la
navegación de Portugal. Y ahí empezaron las negociaciones, aclarando que le
darían mucho, concesiones que no se las habían dado a nadie, a cambio de que
esos secretos fuesen para Castilla, se ocultaría el nombre de Madruga, se
usaría el apellido materno etc. De hecho hay varios autores contemporáneos a
Colón que lo llaman Pedro Colón, en la corte y también en Portugal.
-Enlace entre los descendientes de Colón y Madruga
Hernando Colón, hijo del descubridor era amigo
personal de Cristóbal de Sotomayor, hijo de Pedro Madruga, descendientes de
Colon echaron raíces en Pontevedra.
En el año 1796 D. Mariano Colón de Toledo, Duque de
Veragua, que figura en el árbol genealógico general con el nº 64, vende a D. Francisco
Troitiño una propiedad situada en Portosanto, casa situada en el mismo
punto, en la que se conjetura que nació Colón
El historiador portugués Damiâo Antonio de Lemos Faria
nos cuenta de un Colón y un Sotomayor que se convierten en cuñados, pocos años
después del descubrimiento.
Un documento con fecha de 1562 revelan que un
Sotomayor administra el ducado de Veragua.
Una vez más vuelven a salir nuevos datos que vienen a
reafirmar la teoría de la patria pontevedresa del descubridor de América, es
más, la única teoría que desvela todas las interrogantes de quien era Cristóbal
Colón y su procedencia.
José Ángel Gándara Rodríguez
Fuentes:
Faro de Vigo, 1 de
Agosto de 1937.
Diario de Pontevedra
Colón, Pontevedra, Caminha de Rodrigo Cota.
Pedro Madruga de Vasco de Ponte.
Publicado no libro das Festas do Guía en 2017
martes, 19 de diciembre de 2017
lunes, 18 de diciembre de 2017
domingo, 17 de diciembre de 2017
sábado, 16 de diciembre de 2017
viernes, 8 de diciembre de 2017
lunes, 4 de diciembre de 2017
(A GUARDA "Oleiros guardeses" Libro Festas da Guía, 2017
José F.
Vicente Sobrino con su hija de la mano delante de su tejera en Ourinhos
(Archivo de la Familia)
En la historia de la emigración guardesa, factible
obra monumental, uno de los tomos, y no el más pequeño estaría dedicado a la
emigración a Brasil y en él, el capítulo más importante a los Oleiros. Esperando
que alguien la escriba, valga este artículo para mantener su recuerdo. En la villa de La Guardia, como en
los demás pueblos del Bajo Miño, siempre hubo
tejeros y siempre hubo campesinos .Contados eran los
tejeros o alfareros profesionales que
vivían sólo de su industria, ya fuera de fabricación de tejas y ladrillos o de
cacharrería, ellos mismos se definían “ labradores y tejeros” de los que había
varios en el pueblo durante el siglo XIX .Uno destacó, especialmente, al
finalizar el siglo: José Antº Lomba Camiña que después de morir su padre, como
hijo mayor que era, supo aglutinar a su familia y demostrando la inteligencia
para los negocios que ya habíamos visto en su abuelo”. Perito agrimensor y
dueño de una Tejera”, y con un par de socios capitalistas,(1) formaron la
empresa “José Antº Lomba y Cía” que
arrancó con un gran impulso con el que recorrió el siglo XX , produciendo desde
el tosco ladrillo a la cerámica
decorativa (Compraron los moldes de la artística pero efímera “La Santa Cruz”) desde
la cacharrería al gres y desde el ladrillo refractario a la esteatita
dieléctrica, siendo el sostén económico, de un importante número de familias, que
por fin encontraron en ese oficio un trabajo digno.
Jarra de la cerámica “La Santa Cruz”( img. de la
izquierda) y otra de la cerámica “El
Progreso” (Colección del Autor).
La mayoría de los campesinos también tenían una
peculiaridad, no eran campesinos al cien por ciento: al llegar la primavera
sufrían una metamorfosis. Desde tiempos inmemoriales y hasta los años 60 del siglo XX, la mayoría de los
campesinos del Bajo Miño en condiciones físicas saludables dejaban el calor de sus hogares a finales del mes de Abril, y como
aves migratorias partían en grupos a sus lugares de veraneo. Esos grupos ya los
habían formado antes los patronos reclutando los obreros y criados, que necesitaban,
en la plaza del pueblo y desde ese momento dejaban de ser campesinos y
se transformaban en tejeros.
“Todos los años en una feria que se celebra
en la Plaza del Calvario de esta villa-a feira dos telleireiros- el día 18 de
abril, los que trabajan por cuenta propia en los tejares hacen provisión de criados
(chiquillos y hombres) y de caballerías…..”(El Rosal-Francisco Carrera, médico)
Los
niños, el primer año, trabajaban gratis para aprender el oficio, iban mal
vestidos, mal calzados y llenos de ilusiones; los que volvían lo hacían más
ligeros de todo. Formados en cuadrillas, con las caballerías que llevaban al
amo y cargaban herramientas y tocino
salado para el sustento tomaban el rumbo
hacia el tejar.
Algunos
no salían de Galicia pero los más los
más se iban a Castilla y a Extremadura a la par que los albañiles en la común
aventura de un díficil viaje por los
caminos que atravesando bosques, subían y bajaban nuestros terciarias montañas, teniendo que
protegerse del peligro de salteadores y a veces de ellos mismos:
“…en formal cuadrilla al pasar de madrugada por
Sierra Seca en el partido de Verín en el tránsito de un sendero estrecho, a la
subida de una pizarra cubierta de yelo
ha resbalado y cayo de ocicos Manuel Alonso, a cuyo tiempo se le disparó
la carabina que traia y iva con la competente licencia, a pesar que el gatillo
venia colocado en el descanso estaba cargada de postas y no solamente el tiro
varrenó y destruyó en dos partes la capa en que se había embozado para
preservarse del frio sino que causo una herida de gravedad a José francisco
Gómez en la canilla de la pierna izquierda..”(albañiles rosaleiros a mitad del sigloXIX)
Había
hielo porque era en el mes de Noviembre cuando volvían, porque entonces duraba
siete meses la campaña de los albañiles y también para los tejeros, como se lee en el contrato de
arriendo de A. Trigo, de Cividanes, que a finales del siglo XIX trabajó muchos
años una tejera en la provincia de Toledo.
“ 2ª
Cada año habrá de pagar la suma de 480 reales, en buena moneda, que es el
precio que hemos convenido, al regresar a su país, que es por el mes de
Noviembre”
Ya bien entrado el siglo XX vemos que el
regreso se hace aproximadamente a los cinco meses, para enlazar con la vendimia:
Salcidos: Los tejeros.-Algunos ya han
retornado a ésta y la mayor parte lo harán en la próxima semana, pues se acerca
San Miguel. (La Voz del tecla, 21 Septiembre de 1918)
Y
así continúa ya:
Vienen de las duras faenas de la tejera de
Cambre, Rafael Alonso González ………..y José Mª González Otero (Nuevo Heraldo,22
septiembre 1934)
La
estadía es más pequeña pero no menos terribles las condiciones sobre todo en
Castilla, sinhorario, sudando a mares, soportando luego las gélidas noches de
la Meseta y mal alimentados pronto se debilitaban y caían muchos enfermos de
malaria y pulmonía. Tengo el testimonio de J. Álvarez, de Cividanes, del hambre
que pasaba y de cómo ,un día , un gran lagarto ibérico tuvo la mala suerte de
pasar por donde pudo verlo y no tardó en
estar colocado encima de las brasas para convertirse en exquisito bocado.
Parece
que ya a mitad de siglo XX las condiciones eran mucho mejores y los viajes se
hacían en tren. Los destinos seguían siendo
a las mismas zonas de trabajo y como siempre pasó,muchos se asentaron en
esos pueblos (En un pueblo de Cáceres se podía oir hablar en gallego hasta
nuestros días); en Valladolid se casaron los albañiles y en Alonsótegui, detrás de Baracaldo, fue donde José y Oliria
(de los que siempre conservaré su recuerdo con cariño) residentes en ese lugar además
de presentarme a otros guardeses allí asentados, me enseñaron, a principio de
los 70 del pasado siglo,el lugar y los galpones que aún se conservaban de la
tejera a la que iban a ganarse el sustento hasta que cambiaron de oficio por
las oportunidades que le ofrecía la industria de la ría de Bilbao.
El salto del charco.
Muchos
de nuestros paisanos, bien porque aquí no había trabajo para todos, o por
querer unas condiciones de vida menos penosas, preferían la aventura americana. Veían como, después de
unos años los parientes volvían de las
antiguas colonias con la bolsa llena de duros y de libras esterlinas. Si antes ya
iban los guardeses a cualquier territorio de la Monarquía Española, con
preferencia por Nueva España y Cuba, desde mediados del siglo XIX el rumbo que
tomaban los españoles, sobre todo gallegos y andaluces era el de Brasil. Hubo
varias oleadas de emigrantes, a veces propiciadas por el propio gobierno
brasileño que necesitaba productores para un país tan grande y poco poblado y otras por los conflictos como las dos
grandes guerras que dejaron a los europeos hambrientos.
La
mayoría no sabían leer ni escribir pero sabían trabajar la tierra y hacer tejas
y no les faltaba la ilusión de iniciar un viaje en busca de la riqueza en aquellas lejanas tierras o
incluso empreder una nueva vida en ellas. Como además de ganas hacía falta
dinero para el viaje, con lo ahorrado y ayuda de familiares y amigos muchos
pudieron lograrlo, otros tuvieron que conformarse con la vida que conocían o
seguir intentándolo:
“….Le pido que me devuelva la Cédula de L. González,
que ayer le remití. Este es un pasajero que quería ir para Buenos Aires y
fiando de su palabra le escribí a V. más ahora resulta que no tiene el dinero
para el pasaje ni nadie que se lo preste…” (R. López)
Este pasajero perseveró y dos meses después
zarpó de Vigo en el vapor “Valpariso” rumbo a Buenos Aires.
Para
preparar el “papeleo”, (las cédulas había que pedirlas a Pontevedra) y comprar el
pasaje, hubo en La Guardia agentes marítimos que trabajaban a comisión
con los consignatarios de los puertos de embarque de emigrantes. Uno de ellos, D.
Ramón López, empezó con la oferta que le
hizo, en 1881, la importante casa consignataria de Oporto y Lisboa “Vasco Ferreira Pinto Basto”, cuando por culpa de su anterior agente en La
Guardia devolvieron a 29 emigrantes, que llegaron a Lisboa para embarcar, por llevar documentos falsos. Con ellos trabajó
para la Compañía de Vapores del Pacífico pero también, una vez introducido en el negocio, lo hizo para Manuel
Bárcena, de Vigo (Compañía de Vapores del Pacífico), y Estanislao Durán, de Vigo (la Mala Real Inglesa), etc.
Costaba por entonces, 1880, un pasaje para
Santos-Sao Paulo, 800 reales para un adulto y 400 para un niño y para Buenos
Aires 900 reales, que aunque no parezca una cantidad elevada, no eran
precisamente plazas de lujo, se hacía inalcanzable para muchos campesinos y
algunos negociaban para conseguir el
paquete completo por el mismo precio:
“ tengo dos pasajeros para Buenos Aires, más
no quieren dar más de novecientos reales cada uno, a condición de pagarle el
coche desde aquí “ (R. López)
Como
en el caso de los tejeros temporeros que
se quedaron en España vamos a hacer también el somero repaso que permiten estas
pocas páginas, de los paisanos que de simultáneamente en el tiempo emigraron a
Brasil. Muchísimos lo hicieron en el último tercio del siglo XIX y el primer
tercio del siglo XX. La mayoría tenía su destino en Santos, que hace de puerto
de Sao Paulo y en Río de Janeiro desde donde se esparcieron como una mancha por
todo el territorio hasta su lugar de establecimiento, tanto en el interior como
en la costa. Otros pocos, se fueron a
los extremos, como Ramón Lomba que escogió el tórrido clima de Recife
(Pernambuco), al Norte y otros se fueron
al Sur, donde el clima se parecía más al
nuestro, como Manuel González, del Pasaje, que se quedó en el comercio de Rio
Grande (Rio Grande do Sul) pero los más fueron a donde además de disfrutar
de un clima suave tenían más posibilades de encontrar lo que iban buscando, algunos no
fueron muy lejos y se establecieron en la costa en el negocio de la hostelería,
en Río(Laureano Alonso Portela en Niteroi), y en Santos (Aquí lo hicieron varios tomiñeses).
Archivo del autor
y
otros se adentraron por los estados de
Rio de Janeiro, Sao Paulo, Minas Gerais y Espiritu Santo donde se
dedicaron a la minería, al cultivo de la
tierra (facendeiros y Jornaleiros) o al oficio que tan duro les costó aprender
y que
ahora gracias a los conocimientos que de él tenían le iban a
proporcionar un medio de ganarse la vida; el de tejero. Las grandes extensiones
de los cafetales de Sao Paulo eran como un imán para gente con ganas de hacer
negocio en una tierra que iba a
depararles un futuro tan dispar. ´
….. Allí la vida es fácil, hay variedad de frutos que sólo hay que recogerlos y si
sueltas unas pocas gallinas y te despreocupas de ella, al poco tiempo tienes
docenas correteando por el terreno. Los cerdos andan sueltos por el centro de
la población, mientras que los esclavos (2)pasan en fila con los tobillos
engrilletados….J.F. Puebla (Sul de Minas).
Algunos
después de hacer suficiente capital, regresaron, para vivir aquí retirados o
montar algún cómodo negocio, otrosno tan cómodo, como hizo Manuel AnTº
González Portela que tenía una hacienda
en alquiler en Campo Alegre; en 1882 mandó dinero para ser sustituido en el
servicio militar (4.800 reales) y no ser declarado prófugo y regresó a Galicia.
No puedo saber si en su decisión influyó
la inestabilidad del país después del
golpe de Estado que instauró la república, pero seguro que ayudó la morriña de
la tierra y la familia y en 1884 ya
estaba montando una tejera en Stª Mª de Cortiñán (La Coruña). Como dato a
conocer, el pago por el arriendo del terreno era de 10 ferrados de trigo
anuales, más 100 reales por cada hornada de teja, un buen precio para el dueño si tenemos en cuenta que
normalmente se hacía un mínimo de seis hornadas.
Generoso Trigo González, natural de Cividanes e hijo
de Tejero. A principio del siglo XX se asentó en Alegre (Espíritu Santo) y allí
se quedó con su familia.
Unos se casaron allí con nativas, criollas o
mulatas: José Manuel González, hijo de Manuel González Portela (tejero) y
Manuela Vicente Español, casado con una brasileña y de profesión “oleiro”, se
estableció en Carangola. Otros se casaron allí con españolas: Rafael Alonso
González, de Pintán con María Vicente Puebla, de la Gándara.
En el
centro Rafael Alonso González y María Vicente Puebla, que salió de La Guardia
en Septiembre de 1929 para casarse con él, en Brasil. Lo celebran rodeados de otros
guardeses en Ypaussú (palabra que significa charca grande) cercade Ourinhos en
el interior del estado de Sao Paulo, frontera con Paraná Los
tejeros compartían el agua del lago con los temidos mosquitos.
Hubo
matrimonios que hicieron viajes juntos
desde España y nacieron alguno de sus hijos allí, como les sucedió a Juan F. Puebla y Mª Manuela Fariñas (Sta Rita
de Sapucaí), y también José F. Vicente y
Avelina Trigo (Ourinhos), entre otros y
por fin hubo los que ya casados tuvieron que viajar solos dejando a su familia
en el terruño, como le sucedió a José Mª Alonso González, dePintán, hijo de
labrador y tejero, que después de retornar del (Yucatán) Mexico y hacer el
servicio militar en Melilla, se casó en Cividanes y al año siguiente hizo de
nuevo la maleta, y partió pero esta vez con un destino distinto.
Algunos lugares en donde se establecieron los emigrantes guardeses. (A.
del autor)
Como
dijimos antes, la hambruna después de la I Guerra Mundial y las facilidades del
gobierno de Brasil que abrió las puertas a los emigrantes con cesión de tierras gratuita, con
ciertas condiciones y también la opción de comprarlas, con el fin de poblar
y hacer productivas las enormes extensiones de tierra del Estado de Paraná, al
Sur del Estado de Sao Paulo produjo una nueva oleada de cientos de miles de
emigrantes, mayormente portugueses y españoles, seguidos de italianos y
japoneses que desembarcaron en los puertos
de Rio y de Santos y como una marea cubrieron las ricas tierras rojas de
Paraná, ideales para la plantación de café; pero
también esa tierra roja era buena para
hacer los ladrillos con que construir las casas que necesitaba esa nueva población
en la que no faltaron los truhanes y las bellas señoritas de” moral distraída”
y que aumentaba por cientos con cada barco que llegaba, y que transformando la
selva en terreno de cultivo formaba nuevos pueblos donde se asentaban (3) y
nuestros paisanos sabían bien como hacer
esos ladrillos,así como las tejas con que cubrirlas.
izquierda
José Mª Alonso y a la derecha Jose F. Vicente, que llegaron a Santos el día 28
de Mayo de 1920, a bordo del vapor “Desna” (en el centro) de tres hélices y
11.483 Tn. (Archivo de la familia).
Algunos de los
que ya residían en Brasil se cambiaron a un nuevo lugar de asentamiento,
en esa “ tierra prometida” y hacia allí se dirigió José F. Vicente, en 1920, acompañado por José Mª
Alonso, ambos de Cividanes. José F. Vicente ya había desembarcado en Santos
cinco años atrás, aún soltero, a donde había llegado en el vapor Hollandia para
dirigirse a Murié, pero ahora en su mentellevaban trazado otro recorrido para
levantar con Manuel Rodríguez, también de Cividanes, una tejera. Desde Santos
se dirigieron a Assis, dentro también del Estado de Sao Paulo y desde allí a la
frontera con el de Paraná. No tardó José
Mª en tener su negocio operativo y un terreno listo para plantar maíz. Muchos
miles de tijollos (ladrillos) y telhas produjo en los siguientes diez años, en
los que trabajó duro y durante los cuales tuvo que sortear muchos
y variados escollos y, aunque en este pequeño trabajo no hay espacio para anédotas, decir
que tuvo que “convecer” a alguno de forma expédita ya que no había otra forma
en aquella selvática región, que le pagase lo que le adeudabao los recursos (4)
que tuvo que utilizar para intentar que las bandadas de monos no le saquearan
sus cultivos.
Libro de contabilidad de José Mª Alonso (Archivo familia)
Parte
de esos beneficios, se convertían en libras esterlinas de oro, como era
habitual hacer entre los gallegos allí emigrados, que luego ya en el pueblo, parte
de ellas se convertían en pesetas para comprar nuevos campos, viñas o matos, (algunos
también compraban bonos del Banco de España) y alguna quedaba de reserva en el
fondo del baúl o en lo alto de una viga del “fallado”.
Como
a José Mª le decía, su esposa, que no necesitaba dinero, pues estaba acostumbrada
a arreglarse trabajando sus campos y criando el ganado doméstico, dedicó una
buena parte de lo que ganaba en comprar terrenos en el estado de Paraná hacia
el límite del Mato Grosso, llegando a tener en propiedad 75 “alqueires”.(5)
Hizo
pocos viajes al terruño durante esos
años, las fechas las marcan el
nacimiento de sus hijos. La última vez que vino no estaba bien de salud por lo
que su esposa no le permitió volver, a pesar de su insistencia por la necesidad
de controlar por su mano todo lo que dejaba allí. Cuando unos años después ,su
hermano le avisó que fuera porque podía perderlo todo ya que el gobierno estaba
expropiando terrenos para el ferrocarril al Mato Grosso (ahora Mato Grosso do
Sul)tampoco le dejó marchar su esposa ,quizá porque veía que algunos vecinos fallecieron en ese lejano
país o en mitad del fatigoso viaje a través del trópico, y de nada valió que
mantuviera correspondencia (dificultada por el comienzo de la guerra civil
española ) con un apoderado brasileiro y enviase su escrituras y recibos de
pago de contribuciones para pleitear por
lo que era suyo. Los papeles se fueron “perdiendo” por las oficinas. Con el
gran incremento de la población y su constante desplazamiento, por la fundación
de nuevos pueblos, nadie conocía al Notario
en donde se hicieron años atrás y la
agencia encargada de vender las tierras ya no existía.
Documento de José Mª Alonso (Archivo de la familia)
Todos
los guardeses llevaron en su corazón la
morriña de su hogar, los colores de Galicia
y el olor de su tierra. Unos fallecieron sin lograr sus objetivos, otros se
establecieron felizmente, perpetuando allí los genes de nuestros ancestros y
los que regresaron trajeron el recuerdo
permanente de sus vivencias en ese gran país de acogida y en las retinas, la
vista de la ciudad de La Habana alejándose de la popa del vapor que los traía, después
de su última escala.
1.-Uno de ellos recién llegado de Puerto Rico.
2.-En 1888, Isabel,
la hija de Pedro II, entonces regente, eliminó de un plumazo la esclavitud, lo
que al año siguiente le costó el trono a su padre. Hubo revueltas, los grandes
propietarios apoyaron a los republicanos y se instauró la República que llevó a
cabo una represión brutal contra los monárquicos. La efectividad de esa ley aún
tardó varios años en llegar a todos los rincones del país. (En Estados Unidos
se hizo de la misma manera y les costó una guerra civil y la vida al presidente
“por traidor”, mientras que otros países como el Imperio Británico lo hicieron
sin problemas y sin perjudicar su economía, compensando a los dueños de
esclavos para que no se arruinaran).
3.-En el primer tercio del siglo XX emigraron a Brasil
casi 400.000 españoles
4.-
Se desplazaba en caballo y llevaba siempre un gran cuchillo y un “cachorrillo” tipo Lefaucheux.
5.-Un alqueir eequivale a 24.200 m2
Fuentes: Archivos privados-.Arquivo Nacional do Brasil – AHPPo-Prensa
local
Autor: José Magoal, publicado no libro das Festas da Guía de 2017
viernes, 1 de diciembre de 2017
miércoles, 29 de noviembre de 2017
martes, 28 de noviembre de 2017
lunes, 27 de noviembre de 2017
(A GUARDA) Dinámicas urbanas na fronteira do Miño:aproximación ao urbanismo da Guarda Libro Festas do Monte, 2017i
Dr. Suso Vila, proxecto de investigación USC: “Memoria, textos e imágenes. La recuperación del patrimonio perdido para la
sociedad de Galicia” (HAR2014-53893-R). Investigadores principales: Jesús Ángel
Sánchez García y Alfredo Vigo Trasancos.
A Foz do Miño forma un espazo natural extraordinario pero
tamén un espazo cultural único en Europa. A Guarda-Caminha forman parte dunha
fronteira histórica peculiar a nivel europeo, non só pola súa antigüidade,
senón tamén polo seu patrimonio.
Este territorio se converteu nun espazo urbano dinámico,
non só adaptado ás guerras e conflictos de fronteira, tamén permeable a unhas
profundas relacións económicas, sociais e culturais que foron moldeando á
paisaxe que hoxe contemplamos.
Tanto A Guarda como Caminha son froito, nos seus actuais emprazamentos,
dun novo urbanismo baixo medieval. A Guarda fundarase probablemente vencellada
á protección e vixianza da foz do Miño (de aí o seu topónimo) desde o século
XII, mentres Caminha é o resultado das políticas de urbanización da fronteira
polo rei Afonso III (o modelo de bastida), con trazados regulares e artellados
arredor de rúas principais como a rúa Direita.
As vilas medievais se desenvolven dentro de perímetros amurallados e con
trazados urbanos regulares para Caminha (planificación e parcelario), e máis
concéntrico e desordeado no caso da Guarda, caracterizada por un terreo
encostado.
Un dos principais acontecementos que modificarán o urbanismo de ambas
vilas será a guerra de Restauração da monarquía portuguesa (1640-1668). Ademais
das destruccións que sufrirán as dúas poboacións á resposta á guerra será a
construcción de sistemas abulartados que alterarán a relación urbana das vilas
coa súa contorna.
O caso de Caminha é significativo, envolvida en novos recintos
fortificados que apertarán sobre a vella estructura medieval e ampliando cara
os barrios exteriores novos amurallamentos cara o sur da vila, protexendo así o
porto e o sistema viario. Para a Guarda supuxo a construcción da fortaleza de
Santa Cruz no planalto da vila, dominando a costa.
O século XIX vai mudar o urbanismo destas vilas ao abeiro dos cambios
sociais que se sucederán na península ibérica.
A abolición dos antigos señoríos e promulgación das constitucións e
cartas reais proporcionan un marco legal diferente que se desenvolverá cunha
abondosa lexislación ao longo da centuria.
A “burguesía” accede aos concellos desde o poder económico e político de
aí que o urbanismo se entenda de outro xeito, xa como unha responsabilidade
pública de hixiene, ornato e progreso.
Non debemos esquecer que a nova lexislación que se promove ao longo do
século que abrangue aspectos como a hixiene e salubridade (limpeza, enlousado,
cemeterios), as vías de comunicación (estradas e ferrocarril), ou os mesmos
espazos de lecer (xardíns, teatros, paseos).
"Plano da vila e porto da
Guarda en 1779".
Deste xeito debemos comprender as accións que se emprenden desde os
Concellos. Unha das primeiras víctimas serán as mesmas murallas, obsoletas, non
só para a defensa, tamén para determinar a vecindade ou o control fiscal ao
mercado. A imaxe das murallas era a de control sobre a poboación non como
defensa da mesma, de aí que a burguesía non repare en romanticismos e abra e
derrube os tramos de interese tanto para abrir comercialmente a vila como de
creación de novas parcelas edificables. Se favorecía así a relación da vila coa
súa contorna mellorando as comunicacións e xenerando novos espazos urbanos.
En Caminha o proceso é moi claro. O poder que acadan as novas familias
permitirá esta acción de derrubo e desaparición da pegada das murallas, só
conservada en poucos espazos ou ficando símbolos como a Torre do Relogio da súa
muralla medieval, exemplo que tamén se manterá en A Guarda coa súa
correspondente Torre do Reló, ambas testemuñas do antigo perímetro medieval,
reconvertidas nunha utilidade pública diferente: a xornada laboral xa non se
rixe polas campás das igrexas, agora é o poder civil quen determina as horas da
vila.
Os cambios na tipoloxía residencial chegarán ao longo da centuria, sobre
todo da man do crecemento económico. Por iso na segunda metade do século XIX
notamos como as residencias burguesas crecen e van definindo características
propias, afastándose dos vellos modelos barrocos locais aínda que nunha
transformación más económica que artística. As formas do barroco estarán
presente doutro xeito pero será a súa xeneralización na poboación o máis
destacado cando antes era case monopolio do clero ou da fidalguía.
O academicismo introduce formas definidas polo neoclásico pero estas
formas virarán con detalles propios do clasicismo francés: a influencia do Segundo
Imperio e do París do barón Haussman serán fundamentais para entender as
influencias que chegan aos edificios de Caminha e A Guarda.
En Caminha xurden algunhas variantes, propias do país veciño. O
neogótico se extende desde mediados do século XIX como resultado da proxección
do prestixio da época dos descubrimentos. O “Manuelino” se reafirma como un
“estilo Nacional”, con Viana do Castelo como o gran exemplo cercano, de ahí que
podamos observar en Caminha arcos apuntados e conopiais como recreación dese
pasado brillante imitando así as casas mediavais e tardomedievais que a vila
miñota aínda conserva na rúa Direita. Na rúa S. João veremos estos estilos
reforzados coa aplicación dos azulejos nas fachadas.
Na Guarda o urbanismo se sustenta sobre un numeroso grupo de
propietarios cuxas fortunas se estableceron na emigración. Deste xeito temos a
peculiaridade de que a vila tivese un desenvolvemento económico limitado pero
unha boa parte da súa poboación revertise estes limites coa inversión na vila
dos capitais obtivos no continente americano. O lugar preferente desta
emigración guardesa sería a illa de Puerto Rico nun claro exemplo das relacións
familiares e o efecto chamada. A implicación desta riqueza tamén repercutía la
posición social e política toda vez que os “indianos”, retornados a súa vila
natal, chegarán a ocupar a alcaldía desde mediados do século XIX ata o primeiro
tercio do século XX.
O traballo sobre estas familias, realizado por J. M. Villa Álvarez,
revela o peso que terán na A Guarda e a súa repercusión no urbanismo da vila.
Juan Rodríguez Cachada será o primeiro guardés que acade o éxito social e
económico en Puerto Rico, convidando a otros moitos veciños a emprender a
viaxe. Os “Alonso” serán unha das familias máis influintes na Guarda durante
moitas décadas: Joaquín, Antonio e Bernardo serán alcaldes unha vez retornados
entre 1869 e 1882. A casa familiar será un dos epicentros da actividade
política e social da Guarda.
A casa dos “Alonso”, na Praza do Reló, é imaxe do poder que procura a
burguesía da época: transmitir a través da vivenda o prestixio de clase. Neste
caso será importante a ubicación, xunto do edificio Consistorial e polo tanto
aínda vencellado aos espazos de poder do antigo réxime (Igrexa-Concello). A
Casa sería construida en 1888, segundo o proxecto presentado por Bernardo
Alonso para demoler as casas precedentes [J. A. Uris Guisantes-La casa de los
Alonso]. O modelo de edificio segue as pautas da arquitectura academicista da
primeira metade do século, potenciando a simetría e xogando co ritmo de arcos e
dinteis que proporcionan plena coherencia aos dous edificios que forman o
inmoble.
A casa dos Alonso non será un referente artístico na vila toda vez que
era un modelo que se abandona rapidamente a favor da tendencia ecléctica,
fusionando elementos decorativos do barroco e do Segundo Imperio francés.
A casa de Bernardo Alonso Martínez na rúa Vicente Sobrino en 1893
responde a este eclecticismo arquitectónico, do mesmo xeito que outras
magníficas construccións guardesas como a casa de Manuel Álvarez Vicente, ca.
1890, na rúa Puerto Rico; a de J. M. González Español na rúa Joaquín Alonso nº
3; na mesma rúa, no nº 6, a de J. Martínez Salcidos; ou a de Manuel Otero
Lomba, ca. 1910, na rúa José Antonio, entre outras. Todas elas promovidas por
indianos retornados que mostran vínculos estilísticos co eclecticismo vigués de
Jenaro de la Fuente e Michel Pacewizc e que xa manifestamos na nosa tese nos
edificios da Corredoira de Tui (Areses e Casino Vello).
As novas edificacións van procurando outros espazos urbanos, as rúas
Galicia e Puerto Rico, que representan o urbanismo vencellado á modernización
do sistema viario. Neste senso para A Guarda a actual estrada PO-552
representaba a mellora das comunicacións coa comarca a finais do século XIX e
novos solares para expresar o prestixio das fortunas e posición social dos
guardeses, de aí a construcción das grandes vivendas ligadas aos indianos.
Non só a antiga “estrada nacional” Redondela-A Guarda, representaba a
modernización na arquitectura residencial, tamén se dará o caso da función
educativa que tamén virá relacionada coas fortunas indianas, neste caso a de
Vicenta R. Cachada e a fundación do Colexio San José en 1894. O edificio en
construcción en 1897 entre as rúas Puerto Rico e República Dominicana, é unha
xoia da arquitectura escolar galega adoptando na súa fachada modelos eclécticos
moi orixinais que viran anticipadamente cara as bases do modernismo.
No borde da estrada, na actual rúa Galicia, aparecería a Alameda, un dos
elementos do pensamento burgués do século XIX, a natureza como parte da saúde,
o lecer como parte da vida cotiá na vila.
A Alameda construirase en 1852 [J. Uris Guisantes - A Alameda da Guarda]
sufrindo diferentes remodelacións ao longo dos anos desde a primitiva Alameda
de San Pedro. O xardín e paseo representa un espazo de sociabilidade típico; o
salón, a recreación na harmonía da natureza e a conversa.
A Alameda conecta co novo urbanismo que se vai desenvolvendo desde o
século XIX e que resulta aínda visible nas construccións residenciais da Guarda
e de Caminha, nun momento nos que os cambios sociais e culturais son profundos
e van deixar a súa pegada na vila actual.
En recordo de dous
guardeses: o meu avó Manuel e o meu tío Pepe
Publicado no libro das Festas do Monte de 2017
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