El colegio de los Padres Jesuitas
en los años de la Guerra
Civil Española funciono como campo de concentración por parte
de las tropas del bando nacional. Toda la correspondencia, tanto que salía como
la que llegaba, era inspeccionada por las autoridades gobernantes, en un periodo
de tiempo esa inspección de la correspondencia se le ponía una marca para dar
fe que había pasado por la censura. La única marca de censura del Campo de
Concentración de Camposancos, fue utilizada en un pequeño periodo de tiempo en
el año 1939, basándonos que las piezas circuladas por el correo que conocemos corresponden
entre los meses de marzo y mayo.
José A. Gándara
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