jueves, 20 de agosto de 2015

LA OPINION - DIARIO DE PONTEVEDRA (LOS EXAMENES EN LA GUARDIA Y CAMPOSANCOS)

        Estos dos pueblos que por su proximidad y circunstancias se tienden la mano en mutua protección, hállanse favorecidos por  dos centros de enseñanza, los que por sus excelentes condiciones y laudables fines son verdaderos tesoros que enriquecen la inteligencia y el corazón de la juventud.
                   Instalado por la benéfica Compañía de Jesús,  uno de aquellos en Camposancos ya hace años, bien conocida es su importancia en todos conceptos, sin precisar de otras reseñas que elogiar pudieran justificar su mérito, que las ya reconocidas; hasta saber que está dirigido por los beneméritos hijos de San Ignacio virtuosísimos religiosos y sabios maestros.
                   En La Guardia existe otro Colegio de las Hermanas Carmelitas con el nombre y bajo la protección del seráfico “San José”, el que todavía este año ha podido reunir condiciones para admitir alumnas internas, efecto de estar en construcción el edificio; pudiendo por tal motivo decirse que fue este el primer año de su verdadera instalación. Con mucho gusto describiría este centro de educación tan magnífico por su mérito artístico como por las grandes comodidades que reúne; pero dejando esta tarea a pluma mejor cortada, solo me ocuparé en la enseñanza que con admirable afán e inquebrantable actividad dan a la educandas aquellas virtuosísimas y hábiles Hermanas, presidida por la R. y muy inteligente Madre Trinidad.
                   Son verdaderamente admirables los progresos demostrados por las alumnas tanto internas como externas, con un solo año de aquella de aquella fecundísima enseñanza, en los exámenes públicos a que las sometieron los días 10, 11, 12, y en la exposición de labores, dibujo, pintura y caligrafía desde el día 13 hasta el 20 del corriente ante el respetable tribunal constituido por insignes Jesuítas, varios distinguidos sacerdotes, el alcalde de La Guardia y el señor D. Bernardo Alonso, protector dignísimo de tan pía fundación; presidiendo el virtuosísimo y sabio R.P. Modesto, Rector del renombrado Colegio de la Compañía de Jesús, establecido en Camposancos; el tribunal tenía a su derecha a la distinguida Superiora acompañada de dos Hermanas. La concurrencia, a aquellos ejercicios era muy numerosa y selecta y llenaba el espacioso salón de actos desde los primeros momentos, el cual estaba adornado artísticamente con hermosísimos bouquéts de flores naturales y magníficos cuadros que inspiraban santa piedad; llamando la atención una pequeña y muy bonita efigie del Carmelo colocada oportunamente como presidenta y reina de aquellos angelicales certámenes; a aquella esbelta imagen profesa acendrada devoción de lo más profundo de su alma la R. Madre Superiora, no solo por lo que representa, sinó también por ser un obsequio que las Colegialas internas le hicieron el primer día de su Santo que pasaban a su dulce lado en aquella edificante morada.
                   Eran preguntadas las niñas, especialmente por la distinguidísima Hermana María Cristina, tan feliz en inteligencia como en virtud.

D. Bernabe Alonso (PP. Somascos)

                  Contestaron correctamente las niñas en las variadas asignaturas, ejecutaban primorosamente al piano difíciles piezas y resolvían los problemas con una facilidad que encantaba; notándose que sobresalían entre las internas las Srtas. Purificación Candeira y Amelia Moure, las que por su conducta y aprovechamiento fueron agraciadas con la Banda de Honor, Diplomas, Primeros Premios, así como también premiadas con los Segundos, las señoritas Gloria Tápias, Teresa y Mercedes Massó, Concepción y María Candeira y Amanda González.
                   De las externas alcanzaron los Premios Extraordinarios las Srtas. Pura Alvarez, Francisca Sánchez, Elvira Pedreira y Matilde Estévez.
                   Consiguieron también distinguidos premios las Srtas. Josefa Alonso, Osoria Savariz, Carmen y María Alvarez; y Segundos Premios, las Srtas., Consuelo Candeira, María Alonso y muchas más, que por no hacer tan extensa esta reseña dejo de nombrar.
                   En la exposición de labores se admiraban la perfección y delicadeza en los trabajos, especialmente en zurcidos remiendos, bordados, objetos de arte, lo mismo que en pintura por las tiernas niñas que demostraban su aplicación y la asiduidad de las maestras, distinguiéndose las Srtas. Josefa Alonso en una palia e hijuela bordadas con oro y seda que constituyen una verdadera preciosidad: Purificación Candeira en una escribanía que es un completo objeto de arte y varios bordados, entre ellos un pañuelo de mucho mérito; Amelia Moure en una colección de pañuelos y una toalla bordados con delicado gusto.
                   Llamaron también la atención hermosos cuadros bordados en cañamazo; el del Carmen, por E. Pedreira; de San José, por Francisca Iglesias y el de la Purísima, por Blanca Veiga; un edredón, por María Moure; una toalla, por Francisca Sánchez; un cojín, por Orosia Savariz; un canesú, por Amparo Rivas; varios dibujos en cuadros y platos, por María Vicente; lo mismo que los formados por Josefa Alonso y Pura Alvarez.
                   Por no ser molesto y por que ya en otras correspondencias se habló algo de la importancia del Colegio que las Madres Carmelitas dirigen en la pintoresca villa de La Guardia, y de los brillantes resultados que en él obtienen las educandas, termino esta reseña hecha al correr de la pluma. Pero no cerraré estas líneas sin enviar antes una sincera y entusiasta felicitación a las Madres Carmelitas que con tanto acierto y tan cariñosa solicitud saben dirigir a las alumnas por el camino de una sólida educación moral é intelectual.   S.M. (24 de Julio de 1.897)

Colegio de las Hermanas Carmelitas

Celso R. Fariñas
InfoMAXE 

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