Nace
radiante aurora y hermoso día
sobre
tu cumbre de espesas nubes coronado,
a tus pies, La Guardia , como fiel
soldado,
se ofrece rendido ¡Oh Tecla!, a
tu soberanía.
Las
tribus que absortas en tu altura vivieron
saturando contemplativamente tu
virginal belleza,
exclamarían, por doquier, que la Naturaleza ,
nunca vestida de mejores galas
la vieron.
¡Oh
ruinas de la Citania !
Convertidas en museo,
¡Qué tragedias! no verías feitas
con tal vil codicia
sobre ese verde y frondoso
césped de la inmortal Galicia,
convertida hoy en inscripción
céltica de tu mausoleo.
¡Oh
Tecla! La historia esconderla tratas con misterio
y aunque ocultar quisieras
sucesos que por ti pasaron,
no podrás subrepticiamente hundir
en umbrío cementerio,
reliquias y recuerdos que
milenarias tribus te legaron.
José Cólera González.
Publicado no libro das Festas do Monte de 1954
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