A GUARDA
(Pontevedra)
Reliquia de
anta Tecla del Santuario del Monte, de La Guardia.
Depositada en
el Oratorio de la Casa
de Acción Católica, hasta la fecha de su solemne traslación a La Guardia , tenemos en Vigo
una célebre y notable reliquia de Santa Tecla.
Por la Junta Directiva de
la Hermandad
del Clamor, con la bendición paternal y el decidido apoyo del señor Obispo de
la diócesis, Fray José López Ortiz, fue solicitada al señor Arzobispo de
Tarragona, doctor don Benjamín de Arriba y Castro, la singular concesión de una
reliquia de Santa Tecla, tomada de aquella que esta Virgen y mártir conserva
con singular veneración la diócesis tarraconense.
El día 12 de
agosto de 1950, el señor Arzobispo de Tarragona, accediendo benévolamente a la
petición de la Hermandad
del Clamor, envió al señor Obispo de Tuy una parte notable de aquella reliquia
insigne que, como su mejor tesoro, guarda desde muy antiguo la iglesia catedral
tarraconense. La reliquia vino acompañada de su correspondiente atestado. En él
se hace constar: “Que la reliquia que acompaña el documento, incluida en una
teca de plata de forma de forma ovalada, con cristal, recubierta en su interior
de seda encarnada y con una almohadilla de papel de seda blanco, con la inscripción
“Santa Tecla V. et M.”, es parte de la que se conserva en el tesoro de Nuestra
Sta. Iglesia Catedral, como auténtica reliquia de Santa Tecla Virgen y Mártir…
Datos históricos.- Fue en el año
1290. Rehecha la ciudad de Tarragona y reedificada la catedral, después de las
devastaciones de la ocupación sarracena, la devoción a Santa Tecla. Patrona de
la ciudad y de todo el obispado- en opinión del cardenal Gomá, desde el siglo
IV-, tuvo una resonancia sin igual en los anales de la vida religiosa de aquel
pueblo. Unos mercaderes catalanes habían regresado de Oriente con noticias
fidedignas de haber visto y venerado en Armenia las reliquias de Santa Tecla.
Reinaba
entonces en Armenia el rey Onsino, conocido y amigo de Jaime II. En los
propósitos de los caballeros tarraconenses puso el rey Jaime su mayor empeño y
un gran interés. Formada la expedición, integrada por los mercaderes catalanes
y algunos representantes del rey y del Arzobispo Jimeno de Luna, se hicieron a
la mar llevando cartas y obsequios para el rey Onsino. Habiendo pasado por
Mallorca, Sicilia y Chipre, arribaron a Armenia a los 153 días de navegación.
El rey tributó a la embajada una acogida excepcional; y aceptando gustoso
los los valiosos presentes, hizo valer
ante sus cortesanos, no sin grandes esfuerzos, la petición que aquellas reales
cartas encerraban. Paños de ricas telas envuelven la reliquia concedida; y,
guardada ésta en una artística arqueta de plata dorada, es traída a Barcelona.
En el otoño de
1320 llega la nave a las costas catalanas llevando a bordo,, con la santa
reliquia y los comisionados españoles, un embajador especial del rey Onsino y
dos sacerdotes. Por orden del rey Jaime II, la santa reliquia fue depositada en
la catedral de Barcelona, a donde fuera llevada a su llegada en solemne
manifestación religiosa.
Por fin, el 18
de mayo de 1321, fue la fecha señalada para la traslación de la santa reliquia
a Tarragona. Una magna procesión presidida por el rey Jaime y su hijo el
infante Alfonso con el concurso de señores obispos, de numeroso clero y de
muchos nobles, hizo el triunfal recorrido hasta dejarla en la iglesia catedral
tarraconense, habiendo allí sido recibida con las máximas solemnidades
litúrgicas.
De esta santa
reliquia traída desde Armenia, ha sido tomada la parte notable que el señor
Arzobispo de Tarragona, doctor don Benjamín de rriba y Castro, ha enviado a la Hermandad del Clamor y
que, es sin duda, la más valiosa joya del Santuario del Monte Santa Tecla.
Continuara...
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