Cousas do Mar
1879
20-ENERO.- El horrible y desatado temporal que se ha dejado
sentir estos días en las costas de Galicia, no ha producido, por fortuna, las
desgracias que eran de temer. De Vigo escriben, en fecha 9, que hacía dos días
que sobre el temporal que venía reinando se desencadenó otro mayor, hasta el
punto que aquel puerto, y su tranquila ría, se vió convertida en un blanco hervidero de espuma producida
por el grueso oleaje del mar; este dio margen hace pocos días a que un bote de
la Rivera, tripulado por seis hombres, volcase en medio de la bahía, y que
gracias a una lancha que el Sr. Eugenio Matos mandó auxiliarles, se hubieran
salvado todos.
**.- También en La Coruña tuvieron lugar angustiosas
escenas. Los tripulantes de la lancha que conduce víveres al Castillo de San
Antón estuvieron a punto de perecer; y con motivo de la entrada en aquel puerto
del vapor correo Equateur se presenciaron algunos rasgos de valor y abnegación
que deben hacerse públicos. Un bote que se acercó al costado de dicho vapor; y
en el cual iban dos hombres y dos mujeres, con objeto de de vender objetos de
consumo, fue juguete de las olas, desapareciendo entre ellas. Por fortuna, en
aquel momento una fragata francesa, que llegara a dicho puerto la víspera,
arrojó a los náufragos unos cables, a los cuales se agarraron, siendo recibidos
a bordo con toda la consideración que reclamaba su estado. Como si esto no
fuera bastante, la llegada del Equateur obligó a salir a recibirle
para darle entrada a la falúa de Sanidad, tripulada por seis remeros y al mando
del Alférez Graduado de Fragata, D. Felipe Rivera. Abordo iban tres individuos
del Cuerpo de Carabineros, los Inspectores de Orden Público y los
representantes de la casa consignataria. Tal era el temporal, que a pesar de
las excelentes condiciones de la falúa, ésta tuvo que pedir socorro,
prestándoselo la de los Carabineros, que la reforzó con tres hombres.
Haciendo verdaderos prodigios, se dirigió la falúa al Equateur;
pero la mar era tan fuerte y el viento tan huracanado, que llegó un momento en
que se encontró en gravísimo peligro, sin poder avanzar, retroceder ni arribar,
haciendo agua y en la mayor de las angustias. Por fin pudo llegar al costado
del buque, y allí, gracias a la serenidad y a la pericia del Sr. Rivera,
luchando con las imponentes olas que hacían imposible el trasbordo, se verificó
éste.
A un bote de la corbeta de guerra francesa surta en
aquel puerto lo pasó lo mismo, viéndose totalmente perdido, hasta que fue
auxiliado por la gran lancha salvavidas tripulada por 18 hombres. Todos los
concurrentes y espectadores se deshacen en alabanzas del Sr. Rivera y de los
bravos marinos que le acompañaban.
30-ENERO.-
En en vapor inglés London,
se embarcaron el 14 en Vigo para Londres unas 400 cajas de huevos. Sigue
prohibida la exportación de ganado, pues el buque ni una sola pareja tomó.
**.- Según noticias fidedignas pasó ya el tiempo de la
costera, y no se cogió en Vigo y puertos cercanos sardina alguna. Con este
motivo se pregunta en un periódico de aquella localidad cual será el estado en
que deben hallarse todos cuantos viven al abrigo de la industria salazonera. No
debe ser muy grata a la verdad, y mucho tememos que esta circunstancia, la
paralización en el embarque de ganado para Inglaterra y los resultados que las
continuas y terribles lluvias que se experimentan en Galicia, no remuevan, con
todos sus horrores, las tristes escenas de 1853
**.- Leemos en La Concordia de Vigo del 13: “Los
tripulantes de la barca portuguesa Guadiana, surta en este puerto y al cual
llegó con la falta de timón y otras averías, pasaron ayer procesionalmente por
esta ciudad en dirección a la cercana villa de Bouzas, conduciendo la mayor de
trinquete y dos banderas para dedicar al Buen Jesús que se venera en la iglesia
de aquel pueblo.
Este buque en
su viaje desde Nueva York víose expuesto varias veces por los continuados temporales”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario