APUNTES PARA UNA HISTORIA
DE
LA RECONQUISTA DE VIGO
(2ª PARTE)
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III
Despues de
este oficio es cuando empieza una relación histórica que de aquellos sucesos
hemos encontrado en los archivos del ayuntamiento de Bayona, y como es curioso
lo que en ella se refiere, copiaremos aquí los párrafos principales y que
tienen conexión más directa con los documentos de que vamos haciendo traslado.
Dice así:
“El once de Marzo del año nueve recibe este
gobernador oficio del de la Guardia con fecha del día anterior, por el que le
dice que en la mañana de aquel día se han presentado dos mil hombres del
exército de S.M. Fidelísima y que de Valencia del Miño había salido otra
división de tres mil hombres de tropa para Tuy, intimandole salga
inmediatamente con la tropa y paisanage armado que tenga, prometiendo proveerle
de municiones. Al momento combocó este Gefe militar a sus oficiales y a los
individuos del ayuntamiento, les manifiesta aquel oficio y su modo de pensar
sobre hacer llamar a los caudillatos (3) de
esta villa y valle de Miñor, para que con su gente armada le sigan la mañana
del día inmediato para reunirse con la división de la tropa portuguesa en la
villa de la Guardia: adoptan todos su pensamiento: espide al momento sus
órdenes a los gefes de caudillatos, y a pesar de estar enfermo de una pierna
que se la maltrató de resultas de un viaje que emprendió por comisión del Marqués
de Quintanilla, al amanecer del día doce reune la gente que pudo de este
caudillato: se pone a caballo, lleva consigo dos oficiales y algunos soldados
inválidos, deja ordenado les sigan los más individuos de los dos caudillatos y
se dirige a la villa de la Guardia, y es aquí cuando no solo estos, sino todos
los particulares se arman y se ponen en camino para aquel punto deseando por
instantes llegar a él para reunirse al exército portugués, que se les propuso y
prometió por el oficio citado que se hizo público: antes de llegar a aquel
punto llegan a entender el engaño y a conocer el peligro de ser víctima de los
franceses, que tenían en su poder a Tuy y a Vigo, distante tres leguas de esta
villa (4). Sigue no
obstante el Gobernador y antes de llegar a la villa de la Guardia, a las
inmediaciones de ella, alla con una pequeña partida de portugueses en número de
cincuenta y seis hombres mandados por un oficial subalterno de la misma nación,
a quien acompañaba D. Joaquín Tenrreyro, los que sostuvieron el engaño
afirmando que el Exército portugués venía por la situación llamada
Trasdosmontes, y no obstante de que el gobernador no dejó de conocer el
enrredo, conoció tambien que en las circunstancias en que behía, hera forzoso
caminar sobre él, por haberse publicado el echo y por si podía conseguir que
una insurrección general de la provincia la salvase (5). Se restituie a esta villa con
aquella pequeña porción de portugueses , le recibe este pueblo entre
aclamaciones y vivas a Fernando Séptimo: en la tarde de este día se congrega el
pueblo por si mismo ante las casas consistoriales para unirse a los portugueses
y con ellos hacer quanto se les mandase en defensa de la patria, por ser lo más
glorioso morir con las armas en la mano que ser muertos impugnemente en sus casas
por los enemigos que miraban tan de cerca. Les perora el Gobernador
conformándoles en su modo de pensar, permite que el oficial portugués les mande
y que le acompañen el ayudante primero de esta plaza y el de marina en calidad
de segundos, quedándose cuidando de la plaza y de hacer cumplir las órdenes del
jefe portugués. No es fácil dar una idea del entusiasmo con que sacerdotes,
religiosos franciscanos y toda clase de personas, armándose cada uno como
podía: siguieron al jefe portugués y se dirigen en aquella misma tarde sin
perder un instante de tiempo a la altura de Zamanes, lugar medio entre Tuy y
Vigo, y establecen allí su cuartel general, y desde este momento se propaga la
insurrección, se hace general en toda la provincia y a pocos días se ven Tuy y
Vigo sitiados por estos valientes gallegos, los que a pesar de haverse retirado
los portugueses y de carecer de buenos oficiales que los mandasen sostienen los
asedios de Tuy y Vigo, hacen prisioneros a los franceses que cogen a las manos
y los conducen a esta villa, los que son tratados con toda humanidad,
colocándose los enfermos y los heridos en el Hospital de Caridad y los sanos en
pontones o lanchas con custodia marítima: escasean las municiones a los sitiadores y a los más que componían
los quarteles generales de Guillarey, San Julián y Castrelos, mandados por los
avades de Couo, Cela y Valladares, el médico de la ciudad de Tuy D. Juan Ramón
Barcia y otros: todos acuden con sus oficios al gobernador militar de esta
villa en solicitud de municiones. Este gefe trató de aprovechar la poca pólvora
que havían dejado los franceses poniéndola en cartuchos de fusil, a cuya
operación no solo concurren los artilleros, sino tambien los particulares de
este pueblo que por debilidad de su salud no pudieron seguir el Alarma General
haciéndose útiles en hacer cartuchos”
(3).- Las
antiguas milicias rurales
(4).- No
hemos podido explicarnos de quien pudo partir este engaño. Si el oficio estaba
efectivamente firmado por el Gobernador de la Guardia, cuya firma no dejaría de
conocerse en Bayona, ¿fue él el que engañó a su colega? Traición de los
franceses no parece que fuera, puesto que ellos no se encontraban por aquella
parte. El manuscrito no aclara más este punto.
(5).-
Insistimos en lo que dejamos apuntado en la nota anterior, y es una desgracia
que no pueda ser aclarado este punto: ¿Qué interés podían tener los que tan
denodadamente se preparaban a defender a los bayoneses en engañarlos, ni en que
consistía este engaño?
IV
Hasta aquí el
historiador anónimo: veamos ahora los documentos que continúan desenvolviendo
la acción de aquel heroico drama:
“Número 5.- Del Gobernador de Bayona al Comandante de la fragata británica La
Vénus.- Las apuradas
circunstancias de nuestro exército combinado con el portugués que obra contra
los franceses sobre los puntos de Tuy y Vigo, exigen los auxilios que refiere
la adjunta relación por haberse agotado quasi todos los que tenía esta plaza y
no haver otra libre adonde recurrir. Por lo que estimaré a V.E. se sirba por la
vía que corresponde hacer presente al alto Ministerio Británico esta solicitud
dirigida del socorro en que se interesan las tres potencias con la seguridad de
su abono y satisfacción. Dios guarde a V.E. muchos años. –Bayona y Marzo 17 de
1809.-Domingo de Sorondo.-Deñor Comandante de la fragata británica La Vénus
P.D. El dador D. Francisco de Soto ha
encargado de recivir lo que V.S. le dé y de dar el correspondiente abono.
“Número 6.- Relación de los auxilios que se necesitan. general Freire al Gobernador
de Bayona.- (6).
Ocho mil fusiles con sus bayonetas………. 8.000
Ocho mil sables……………………… …….. 8.000
Quarenta mil cartuchos de fusil…… ……40.000
Treinta y dos mil piedras de chispa… ….32.000
Quarenta quintales de pólvora……… …
40
Bayona
y Marzo 17 de 1809.=Sorondo”
A más luz sobre los auxilios que prestó en
aquella ocasión, y así tenemos que contentarnos con lo copiado, que tampoco en
la relación histórica se hace méritos de ellos, induciendo esto a creer que tal
vez no dieron ninguno.
“Número 7.-
Del Gobernador de Bayona al de Caminha
(Portugal).- Nuestro egército
combinado que obra sobre Tuy y Vigo está faltoso de cartuchos de fusil con bala
y piedras de chispa y me pide estos auxilios de que carezco. La causa es común
y exije el que V.S. me franque lo que tenga haciéndolos conducir por mara esta
plaza por parecerme ser medio más pronto y seguro a socorrer el apuro en que se
halla por falta de estas municiones de las que si estubiese socorrido, se me
abisa hubiera conseguido victoria nuestro paisanaje sobre las tropas francesas
de Tuy. Espero el que V.S. se sirba concurrir quanto es de su parte con estos
auxilios seguro de que le daré el abono y recibo correspondiente de los que me
remita. Dios guarde a V.S. muchos años. Bayona y Marzo 17 de 1809.- Domingo de
Sorondo-Señor Gobernador de la plaza de Caminha”
(6).- La
citada en el oficio anterior
Este oficio
fue seguramente remitido por un propio a la Guardia, solicitando del Juez de
esta villa un pase para aquel, así se desprende de lo siguiente:
“Número 8.- Del Juez de la Guardia al Gobernador de Bayona. En las actuales circunstancias como el de
havernos abandonado la tropa portuguesa, no me es factible dar el pase que V.
solicita para el dador.-Dios guarde a V. muchos años.- Guardia y Marzo 17 de
1809.-Por el Juez, Francisco Gomez Santos.-Señor D. Domingo de Sorondo.(7)
(7).- No
acertamos a explicarnos satisfactoriamente esta contestación, ni se comprenden
los temores del Juez en dar el pase que se le pedía, sabiendo que la Guardia y
Caminha están situadas a ambos lados de la desembocadura del Miño,
separándolos, por consiguiente, la sola anchura del río, que no es mucha. ¿No
podía un hombre aventurarse a pasar aquel trayecto?
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