Oliveira Salazar
ordenó la movilización de la
Marina portuguesa
Oliveira Salazar ordenó el 24 de
enero la movilización de la
Marina portuguesa y pidió la intervención de Gran Bretaña[1] y
de EE.UU[2].,
a la que también se sumó Holanda[3],
mientras el DRIL ( Directorio Revolucionario Ibérico de
Liberación, una organización armada
formada en 1959 por
exiliados españoles (sobre
todo gallegos)
y portugueses para
luchar contra las dictaduras salazarista y franquista.
El DRIL tenía dos secretarios generales: Humberto
Delgado y Xosé Velo Mosquera (natural de Xunqueira
de Ambía), fundador de organizaciones tales como la Federación de
Mocedades Galeguistas o la Unión de
Combatientes Españoles Antifranquistas Nacionalistas Gallegos (asentada
en Venezuela).
Entre sus miembros destacaron el capitán portugués Henrique Galvão y José Fernández Vázquez (Jorge de
Soutomayor), ex militante del Partido Comunista de España y que
había sido comandante de la marina republicana durante la Guerra Civil Española) intentaba que el golpe fuese considerado político,
para no ser acusados de piratería, el comando puso especial tacto en no tocar
los 40.000 dólares de la caja fuerte del barco y rechazaron la idea de Velo de
imprimir a bordo una nueva moneda, que éste denominó “ibero”.
Pese a la intensa patrulla aérea
y marítima de EE.UU., el trasatlántico Santa María estuvo
ilocalizable hasta el 23 de enero, cuando fue avistado frente a Castries y
volvió a desaparecer hasta el día 26, un día después de que se encontrara con
el mercante danés Fishe Gulua, que delató su presencia a unas 930 millas al Este de
Trinidad y que lo localizara un avión estadounidense a unas 700 millas de la
desembocadura del Amazonas, en dirección a África. Al día siguiente, la flota
de EE.UU. pidió negociar por radio con el Santa María. Galvâo aceptó
y el barco puso rumbo al NE brasileño, con las unidades de la U.S. Navy tras su
estela.
El dirigente de la oposición
portuguesa, general Humberto Delgado, pidió a las embajadas de Gran Bretaña y
EE.UU. en Brasil, así como al Departamento de Estado en Washigton, que sus
respectivos países no interfirieran en el episodio del trasatlántico, al
defender que el caso no significaba motín o piratería. Un portavoz del Foreign
Office replicó que su país no reconocía el estatuto diplomático del militar
portugués.
La prensa recordaba un caso semejante ocurrido en junio de 1930,
cuando el capitán Ramón Delgado y un grupo de 21 hombres, embarcó en el puerto
de Danzig a bordo del buque alemán Falke haciéndose pasar por pasajeros y
cuando estaban en alta mar aparecieron vestidos de rebeldes y se hicieron
dueños del barco, poniendo rumbo a Venezuela. El líder de la operación
pretendía derribar al presidente de aquel país, aunque fueron capturados y al
capitán del barco se le prohibió volver a navegar. La investigación, al
parecer, demostró que el capitán y los propietarios del barco estaban de
acuerdo con Delgado y habían permitido la carga de armas y municiones
para los rebeldes
Galvao habla con los
periodistas a bordo del "Santa María"
El 31 de enero, a 35 millas de Recife, el
almirante Allen Smith, portando salvavidas, se entrevistó durante tres horas a
bordo del trasatlántico Santa María con Henrique Galvâo. El
magnetófono de los americanos no funcionó y Luis Noya Filmó el encuentro,
logrando desembarcar la película en Tenerife. (La vuelta definitiva de Luis
Noya a Galicia se
produjo en 1961,
y quiso la suerte que fuese a bordo del barco portugués«Santa
María». Al poco de salir de Caracas el barco fue secuestrado por un comando formado
por gallegos y portugueses, el DRIL. En ese comando estaban dos conocidos suyos, Xosé Velo y
el comandante Sotomayor. A Luis Noya se debe la única filmación existente del
secuestro, filmación que había realizdo con su pequeña cámara y que había
escondido al llegar a Canarias para no ser confiscada por las autoridades
franquistas.[1])
El 2 de febrero el barco fondeó
en Recife y desembarcaron los pasajeros y tripulantes en medio de una gran
multitud y el comando aceptó quedarse en Brasil. Las autoridades brasileñas
concedieron el status de asilo político a los miembros del DRIL y el barco fue
entregado a la
Compañía Colonial de Navegación.
Los pasajeros del Santa
María fueron transbordados al Vera Cruz, que salió de Recife el 5 de
febrero y arribó a Lisboa el día 14, después de hacer escala en Tenerife,
Funchal y Vigo. El 7 de febrero, el trasatlántico Santa María salió
de Recife y el día 16 atracó en la capital lisboeta, procediendo, a
continuación, a varar en el dique seco de Astilleros de Cádiz, donde permaneció
en obras de carena hasta el 23 de marzo, en que se reincorporó a la línea de
Venezuela, siendo sustituido durante ese tiempo por el Vera Cruz.
Continuara...
No hay comentarios:
Publicar un comentario