MECALIA ATL. GUARDES 20 – ZVEZDA
ZVENIGOROD 28
Primer tiempo para la épica,
segundo para la lógica y todo un partido para disfrutar.
Eso es lo que
sucedió en A Sangriña el día 17. Con la eliminatoria prácticamente decidida, y
la afición de su parte, salió el Guardés decidido a vender cara su piel, y con
sacrificio, rigor defensivo y acierto en ataque, logró mantener a raya a todo
un equipazo, el ruso, que le superaba con creces en físico, en técnica, en
experiencia y en fondo de banquillo. Muchos hándicaps para las guardesas que se
mantuvieron toda la primera parte, con alternancias en el marcador, llegando al
descanso con un meritorio empate a 13 tantos.
Gran primera
parte por tanto, donde la afición vibró con intensidad y la presión de la grada
encogió la mano de las rusas, que de seguir así, veían comprometido el
resultado del encuentro.
El paso por el
vestuario vino a cambiar las cosas. El equipo ruso, de seguro que tras una gran
bronca de Alexander Revva, salió con una nueva actitud y puso en marcha su
poderosa maquinaria, mientras el Mecalia sufrió una pájara de efectividad ( no
marcó hasta el minuto 8) perdiendo muchos balones en ataque y facilitando una
de las mejores armas de las visitantes, su letal contragolpe.
Ahora se
imponía la lógica, y poco a poco el equipo ruso fue abriendo brecha.
Manu Etayo, ya
tenía en mente el dar minutos a todas las jugadoras, con la intención de
mantener lo más íntegras posibles las fuerzas de cara a los dos compromisos
ligueros de esta semana, el miércoles en Barakaldo contra el Zuazo y el sábado
en A Sangriña, el derby contra el Porriño, y así fue dando entrada a todas las
jugadoras, a excepción de Amit que llevaba toda la semana con molestias en una
cadera.
Aún así, las
locales le mantuvieron la cara al encuentro y nunca bajaron completamente los
brazos, pero no lograban contrarrestar con eficacia las acciones de las
visitantes que empleaban con efectividad sus armas atacantes; Velocidad en las
transiciones, el contragolpe y el lanzamiento exterior, con verdaderas
cañoneras que perforaban de forma inapelable la portería guardesa, defendida en
esta mitad por Irene.
La afición,
entregada ya desde antes del inicio del encuentro, no cedió en su ánimo ni un
solo segundo, tributando al finalizar el partido un emocionante y agradecido
homenaje a sus jugadoras, que fueron las artífices de que pudiésemos disfrutar
aquí en a Sangriña de un balonmano de primer nivel europeo.
Tarde que
deberá inscribirse con letras de oro en la historia del deporte guardés, la
visita de uno de los mejores equipos femeninos de balonmano de Europa, o lo que
es lo mismo, del mundo.
Estrellas como
Sidorova, Postonova, Antonova, Lobach y otras cinco internacionales más,
evolucionaron y tuvieron que sudar en A Sangriña para vencer al Atlético
Guardés, primer equipo del balonmano femenino gallego que logra acceder a una
competición europea.
Finalizado el
encuentro, en rueda de prensa, el entrenador ruso, expresó su admiración y
envidia por la afición guardesa y confesó, que nunca había visto algo parecido
en ninguna parte. También expresó su convencimiento de que nuestro equipo,
luchando así y con este apoyo de la grada, tiene abierto un amplio horizonte de
futuro, donde podrá llegar a alcanzar metas significativas.
Enhorabuena a
todos, jugadoras, técnicos, directivos, socios y aficionados en general.
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