viernes, 18 de octubre de 2013

(A GUARDA) Fins da sociedad Pro-Monte Santa Tecla

“PRO-MONTE SANTA TECLA”
Sociedad de protección y embellecimiento del Monte de Santa Tecla.
Fines de esta sociedad
Como se colige del subtítulo, dos son los fines que persigue esta Sociedad.
Primero: De protección.- Conocido es de todos el ruinoso estado de la Ermita y dependencias de la misma, que nuestros antepasados levantaron en la cumbre de dicho monte, en honor de la gloriosa Protomártir, con motivo de aquella pertinaz sequía,  de siete años, que asoló esta comarca y que dio origen al anual Voto, el cual, desde entonces -mediados del siglo XIV- viene celebrándose, sin interrupción, en el lunes y martes siguientes al día 15 de Agosto.
Para conservar dicho Santuario y todo lo que con él se relaciona, como son: el Vía Crucis; el Púlpito de piedra; y las tocas y seculares escaleras del Facho y de S. Francisco, etc., etc.; y para evitar que dentro de muy poco –si no se acude a tiempo- se convierta en informe montón de ruinas, viene esta Sociedad cumpliendo su primer fin.
Fomentará, asimismo, las solemnidades del culto en los días de Jubileo, y en especial en los del Voto, dándoles antes la debida publicidad, y contribuyendo con alguna cantidad cuando los fondos lo permitan.
Segundo fin: De Embellecimiento.- Una vez atendidas las necesidades de que se dejó hecho mención, se tratará de facilitar el acceso a la cumbre del Monte, desde donde los visitantes puedan contemplar uno de los panoramas más hermosos de nuestra encantadora y amada Galicia.
Esto se conseguirá haciendo un camino cómodo, el cual, como no se podrá llevar a cabo de una vez, se hará a trozos anualmente.
También se procurará fomentar el arbolado, que, al par que embellezca aquellos lugares, proporcione la tan ansiada y fresca sombra en los calurosos días de verano.
En fin, se hará todo cuanto pueda contribuir a hacer grata la estancia en tan pintoresco lugar.
He aquí los dos fines principales que se propone la Sociedad, ampliables, según los recursos con que se vaya contando, a medida que la idea arraigue entre todos los hijos de esta comarca, presentes y ausentes, pues de todos esperamos la ayuda necesaria.
La Guardia (Pontevedra), Septiembre de 1912.
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La anterior circular se repartió con la siguiente carta.
                                                           La Guardia, Septiembre de 1912
   Muy Sr. Nuestro y distinguido paisano: Tenemos el gusto de acompañar a V. un ejemplar del Proyecto de Sociedad “Pro-Monte Sta. Tecla” que tratamos de fundar en esta villa, y que sometemos a su consideración por si creyese conveniente prestarle su valiosa ayuda.
Podrá V. ver, que el Proyecto es modesto; pero, no por ello menos digno de la atención de todos los amantes del “terruño” que, si como esperamos, acogen la idea con cariño, pudiera un día concluir por tener una gran importancia y dar a esta comarca el nombre que piden de consuno su posición geográfica y su benigno clima.
De merecer este Proyecto, la aprobación de V., le rogamos devuelva, firmada, la presente circular a cualquiera de los individuos de la “Comisión Ejecutiva” a fin de proceder, con la brevedad que el caso requiere, a la formación del catálogo de Socios.
El Reglamento, por el cual habrá de regirse la Sociedad, será sometido a la aprobación de los Señores que hayan prestado su conformidad a dicho Proyecto y asistan a una reunión que se celebrará al efecto.
Aprovechamos esta ocasión para ofrecer a V. atentos S. S. Q. B. S. M. La Comisión Ejecutiva, Manuel Lomba, Julián López, Vicente de Vicente, José M.ª González y Pacífico Rodríguez.
Carta circular de la entusiasta colonia guardesa en Puerto Rico
                                   San Juan de Puerto Rico, Diciembre de 1912.
Muy Sr. Nuestro y estimado paisano: Nos complacemos en acompañar con la presente, una carta circular de la Comisión Ejecutiva de la Sociedad Pro-Monte Santa Tecla, para que por ella, pueda usted formar juicio de la finalidad que el proyecto a resolver persigue; y que, nos anticipamos a creer, a de merecer de usted, toda la atención que suele despertar en algunos casos, no solamente el cariño con que todo buen gallego acoge cuanto se relaciona con su incomparable región, sino que también, las añoranzas que nuestros sencillos corazones  suelen sentir al siempre grato y consolador recuerdo de cuanto pueda identificarse con los felices días de nuestra rápida niñez.
Para los hijos de La Guardia está el “terruño”; para los gallegos simpatizadores de toda obra de progreso y embellecimiento, está la región; para los que se enorgullecen con cuanto tiende o determina una empresa de espíritu elevado y regenerador, está la patria…
Por lo cual, nos aventuramos a hacer firme nuestro modesto, pero sincero juicio: el concurso para el proyecto de la Sociedad Pro-Monte Santa Tecla, no debe de ser exclusivamente de los hijos de La Guardia, ni de los gallegos; debe ser, la obra de todos…
La Comisión nombrada para Puerto Rico, por la Ejecutiva en La Guardia, Pontevedra, aprovecha la grata oportunidad, para ofrecer a V. attos. S.S.Q.B.S. – Avelino Vicente-Ángel González-Roque González-José M.ª Lomba.
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Otra circular de propaganda
Hace algunos años ya, que esta progresista y patriota Sociedad ha dado comienzo a la plausible labor, no solo de dar fácil acceso al panorámico Monte Tecla, sino de su repoblación y embellecimiento. Durante un corto número de años, han logrado los hombres que integran la Directiva de esta Sociedad verdaderos prodigios, si tenemos en cuenta las exiguas cantidades que se han invertido en tan notables como perdurables obras.
La sorprendente carretera que arranca desde la curva de la Vigo al Pasaje –encerrando al Miño--, y que termina en la explanada baja del púlpito, donde comienzan las primitivas escaleras de “El Facho”, sería sobrada labor para que los guardeses tuviésemos más que suficientes motivos para alentar con nuestros entusiasmos y aplausos a los hombres que, con tan persistente empeño, lograron tan grande obra. Pero, aún con ser grande el empeño de obra tal, tenemos muchas otras que determinan una meritísima terquedad; pues el arrancar las viviendas de nuestros antepasados del olvido en que las tenían sepultadas centenares de metros cúbicos de tierra y ponerlas en condiciones de que podamos admirar la caprichosa y sólida labor de aquellos esforzados y gloriosos hombres, iniciadores de los primeros pasos hacia el progreso y la civilización, es tarea que obliga a todo ciudadano a prestar pecuniaria y alentadora ayuda a los hombres que se han echado sobre sus hombros con desinteresada y ejemplar abnegación tan rudas tareas.
Las obras de aprovechamiento de las aguas de la vieja fortaleza, en la vertiente del Monte a Camposancos y la traída de aquellas, casi a la orilla de la atrevida carretera, fue un gran acierto del ingeniero asesor de las obras que supieron secundar los hombres de “Pro-Monte”, levantando allí un depósito de suficiente capacidad, hermoseándole con una nueva y artística fuente, a la que presta apacible sombra frondosa arboleda, y le dan poético encanto hermosos macizos de flores y enanos arbustos. Los senderos que rodean el Monte, las plazoletas, las explanadas y mesetas, a las que preceden centenares de escalones, y otras obras que denotan una tenacidad y un esfuerzo superiores a todo empeño, deben merecer los plácemes, no solo de los guardeses, sino de todo buen gallego, que sienta latir su corazón por cuanto signifique cultura, arte y progreso, en la encantadora región de sus filiales amores…
La obra de “Pro-Monte” es muy superior a cuanto pueda imaginarse; y mucho más superior a los conocimientos que poseen los comisionados para dedicar estas mal pergeñadas líneas en primer término, a nuestros compueblanos; a todos los gallegos después; y, por último, a los españoles entusiastas y protectores de toda obra cultural y de progreso.
Antes, subíamos al Monte por caminos de cabra; hoy subimos y suben los que visitan las interesantes obras de su cima, en espléndidos automóviles. No pasa un sólo día, que nuestro monte no sea visitado por ilustres hombres de ciencia y notables publicistas. Por ello, pedimos la cooperación de todos para continuar las importantes excavaciones y obras en proyecto; y cuyos comienzos, nos llenan ya de entusiasmo y orgullo.

Al saludaros con el fraternal cariño que nos es peculiar como dignos descendientes de los Celtas, os rogamos que no regateéis vuestro concurso al desenterramiento de la ciudad en que vivieron nuestros gloriosos antepasados. La Comisión de Propaganda. Manuel Seoane.-José M.ª Lomba.  

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