GRACIAS, 50.OOO
VECES, GRACIAS
Cando polo final do
mes de decembro, animados por amigos como Paco e José María (eles teñen parte
da culpa da aparición desta páxina), nos atrevemos a por en marcha esta idea,
nín o máis valente de todos, se facía a ilusión nin a perspectiva de que
chegaramos en menos dún ano a esa cantidade de entradas. Non podemos esquecer a axuda de Manu, Fran,
así como tampouco, de todos aqueles os que pedimos permiso para usar seús
traballos publicados nos libros-programas de festas.
Cando no día a día,
Antonio, Gándara, Celso, etc., xunto con
amigos e colaboradores, falamos das visitas e de que país proceden, dos
comentarios que recibimos, a verdade e que isto nos anima a seleccionar e
buscar maís documentos, fotos e “papeis” de diversa índole para “colgalos”, xa
que así nos piden veciños e descendentes de guardeses, dende aquí e dende
acola, dende o mesmo pobo, dos arredores ou daqueles países donde eles e en
moitos casos, seús ancestros buscaron unha alternativa para vivir mellor, a
alegría e a satisfacción de facerlles conocer (cicais un pouco mais) A Guarda
e os pobos do Baixo Miño.
GRACIAS, 50.OOO
VECES, GRACIAS
Cuando a fines del
mes de diciembre, animados por amigos como Paco y José María (ellos tienen
parte de la culpa de la aparición de esta página) nos atrevimos a poner en
marcha esta idea, ni el más valiente de todos, se hacía la ilusión ni tenía la
perspectiva de que llegáramos en menos de un año a esa cantidad de entradas. No
podemos olvidar la ayuda de Manu, Fran, así como tampoco, de todos aquellos a
los que pedimos permiso para usar sus trabajos publicados en los
libros-programas de fiestas.
Cuando
en el día a día, Antonio, Gándara, Celso, etc., junto con amigos y
colaboradores hablamos de las visitas y del país que proceden, de los
comentarios que recibimos, la verdad es que esto nos anima a seleccionar y
buscar más documentos, fotos “papeles” de diversa índole para “colgarlos”, ya que
así nos lo piden vecinos y descendientes
de guardeses, desde aquí y desde allá, desde el mismo pueblo, de los
alrededores o desde aquellos países donde ellos, y en muchos casos sus
ancestros buscaron una alternativa para vivir mejor, la alegría y la
satisfacción de hacerles conocer (quizás un poco más) A Guarda y los pueblos del
Bajo Miño.
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