Aserraderos y Astilleros
A finales del Siglo XIX y comienzos del XX y ante la
gran demanda de todo lo relativo a la industria de la madera, se asentaron en Camposancos dos aserraderos, uno en el
pasaje y otro, el ya mencionado en la Armona.
El
aserradero del Pasaje fue fundado por los hermanos Candeira en el año 1.883,
siendo el primero que utilizó en Galicia, la energía del vapor y medios
mecanizados.
Para
el transporte de la madera, los propietarios de ambos aserraderos tenían varios
barcos de vela y buques de vapor. Sin embargo los emprendedores propietarios de
la serrería del Pasaje, decidieron introducirse en el ramo de la construcción
naval para, además de proveerse de barcos para su empresa, poder fabricarlos
para otras.
Así,
durante el primer periodo de la primera Guerra Mundial, fundan en el año 1.916
su propio astillero, asentado a pie de playa muy cerca de su aserradero.
Dispone en principio solamente de una grada y un taller, dando empleo a 34
personas (diez carpinteros de ribera, doce carpinteros de blanco, tres
calafates, tres herreros y seis peones), y comienza con la construcción y
armazón de tres pailebotes (goletas pequeñas muy rasas y finas) de tres palos.
Estos
buques comienzan su andadura dedicándose al transporte de madera, y más tarde
al de todo tipo de mercancía, pasando a lo largo de su historia por diversos
propietarios. Especial mención merece el primero de ellos, bautizado en origen
“Constante Candeira”, ya que tuvo una vida bastante accidentada; después de
zozobrar y varar en su primera singladura, y convertido ya en motovelero y con
otro propietario, sufrió durante la Guerra Civil ataques aéreos que le ocasionaron
graves destrozos. Finalizada la contienda, una vez reparado y bautizado con el
nombre de “Pelegrín Fos” acabó sus días surcando el mar Mediterráneo.
La
actividad del astillero del Pasaje continuó con la construcción de distintos
tipos de barcos, pesqueros, cargueros de cabotaje, de recreo, etc.; incluso
tres carabelas: el “Olatrane San Lucas” en la que el capitán Etayo emuló a
Magallanes en su vuelta al mundo, y dos réplicas de la “Niña” de Colón, para
los eventos del 500 aniversario del descubrimiento de América, una de las
cuales se encuentra en Baiona.
En
la actualidad en Camposancos
funcionan, además del anterior con otros propietarios, otros pequeños
astilleros dedicados fundamentalmente a la construcción de pesqueros.
Respecto
a los aserraderos, el de la
Armona derivó a mediados del siglo XX, con otros propietarios
a la industria de la cerámica, mientras que el del Pasaje continuó con la
actividad inicial algo más de tiempo. Hoy día ambas industrias están
reconvertidas en sendas urbanizaciones.
Continuara...
A. Armindo Martínez Sobrino
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