LA PARROQUIA DE LA GUARDIA
JUAN
DOMÍNGUEZ FONTELA
2ª Parte
El
beneficio curado es decir, con cargo espiritual sobre las almas pertenecía
al monasterio de Santa María la
Real e Imperial de Oya, en virtud de donación hecha por el
emperador D. Alfonso VII según resulta del documento que igualmente hemos copiado
entre los restos de un riquísimo archivo diplomático.
Permítasenos
reproducir aquí lo que en otra ocasión hemos escrito:
Ya que la ocasión se presenta, debo advertir a los
estudiosos de nuestra antigüedad histórica, que el texto de este y otros
documentos transcritos por el P. Florez, en los apéndices de la “España
Sagrada” están interpolados e incompletos(4).
El análisis comparativo de ellos con los originales que
se conservan en el riquísimo Archivo del Cabildo tudense, pide una revisión y
detenida labor paleográfica para depurar las inexactitudes de las copias y
completar y ampliar lo publicado por el doctísimo historiógrafo agustino, a
quien mucho debe la historia eclesiástica y nacional de España.
De esta necesidad me convencí cuando, siendo profesor
en aquel Seminario, pasaba largas horas estudiando y copiando algo de aquel plenísimo
tesoro literario, al cual tengo la satisfacción de haber enriquecido, al
reintegrarle en 1905 los muchos códices y volúmenes diplomáticos perdidos desde
la invasión francesa en 1809 en un apartado escondrijo de aquel vetusto
edificio.
Con ellos, y guiado por la curiosísima labor del
ilustre hijo de Tuy D. francisco Ávila y La Cueva, pueden confeccionarse dos
obras interesantes: “La Historia de la Iglesia y Catedral de Tuy” de la que fácilmente se redactarían ocho
voluminosos tomos y una “Guía Arqueológico-Histórica de las diversas villas
y parroquias del obispado”, la cual
prestaría importantísimo servicio al sufrido y laborioso clero diocesano. Ambas
obras bien se echan de menos entre nosotros.
Sirvan estas líneas de excitación al ilustrísimo Sr. Penitenciario
de la Catedral Tudense D. Antonio Cerviño, quien, por su vastísima cultura
general, por su clásica dicción y ática literatura, reúne las condiciones
adecuadas para emprender la publicación de estas obras. Entusiasmos tampoco le
faltan. Lo único que le estorba es la excesiva modestia que le caracteriza,
tras la que están ocultas las riquísimas prendas de su gran persona”.
Nuestro actual Sr.
Obispo, a quien precisamente debemos nuestra iniciación en los estudios
arqueológicos, pudiera ser el realizador de este hermoso pensamiento. Entre él
y aquel doctísimo prebendado debiera confeccionarse estos trabajos que
colocarían con justicia el nombre de D. Manuel Lago González al lado de los
sabios D. Lucas El Tudense y D. Fr. Prudencio de Sandoval.
ARCIPRESTAZGO DE LA GUARDIA
Nuestra villa da nombre actualmente a una de las
Vicarías Foráneas, como dice el novísimo Código canónico, o arciprestazgos en
que está dividido nuestro obispado. Del arciprestazgo de La Guardia, como
independiente, ninguna mención se hace en la escritura de distribución de las
iglesias y sus haciendas o rentas, efectuada entre el obispo y el Cabildo en
1.º de diciembre de 1156.
(4) En la edición de Florez faltan
precisamente estas palabras al fin del párrafo 4, pág. 275, después de medictas
“citra mineum in tardes medietaten eclesiae setae Eolaliae de Cividaes cum
realengo ipsius loci habeant episcopus et canonici per médium”.
En dicho documento que se conserva original en el
Archivo de la Catedral de Tuy y fue publicado incompleto por el P. M. Florez
(t. XXII, Ap. XIII), se nombró a nuestro arciprestazgo con la denominación Terra de Taraes. En el sínodo de 1528,
celebrado bajo el pontificado de D. Diego de Avellaneda aún se mencionan las
parroquias de La Guardia asociadas al arciprestazgo de Tebra bajo la
denominación común de TEBRA y TARÁS.
Yo creo que la tierra Taraes o Tarás es precisamente
la región del actual arciprestazgo de La Guardia por inmediata al mar. La voz
Taraes y Tarás(5) tiene la misma raíz que la voz inglesa Tar,s, que
significa hombre de mar, marinero, por lo cual creo que en aquella denominación
perseveraba el calificativo arcaico de
los hijos de nuestro antiguo concejo municipal vecinos del mar. Hijos de la
raza céltica o relacionados con ella los primitivos habitantes de esta comarca
dieron a nuestro arciprestazgo aquel nombre hoy para muchos inexplicable.
Hoy el nombre de Taras ha desaparecido y se llama
sencillamente a este arciprestazgo con el nombre de nuestra villa.
La primera vez en que aparece nuestro arciprestazgo
en esta denominación de La Guardia es en el año de 1609 cuando el doctísimo
historiador Sr. Sandoval publicó su Antigüedad
de la ciudad e Iglesia de Tuy.
Constituyen nuestro arciprestazgo las parroquias del
antiguo Concejo, o sean los actuales municipios
de La Guardia, Oya y Rosal. Pertenecen al 1.º La Guardia Sta. María), Salcidos
(S. Lorenzo) y Camposancos (Visitación). Al 2.º ya (Sta. María), Pedornes (S.
Mamed), Villadesuso (S. Miguel), Mougás (Sta. Eugenia), Burgueira (. Pedro) y
el anejo de Sanjián (S. Julián). Al 3.º Rosal (Sta. Marina), Tabagón (S.
Miguel), Tabagón (S. Juan) y Las Eiras (S. Bartolomé). Total 12 parroquias y
una filial, con una extensión superficial de ciento sesenta kilómetros
cuadrados.
Aunque el cargo de arcipreste es independiente del
parroquial suele desempeñarlo ordinariamente uno de los párrocos del mismo
partido a voluntad del prelado, pues, es cargo amovible y si bien lleva el
nombre de La Guardia, puede serlo de cualquier otra parroquia del distrito.
(5)
La voz Tarás y Taras (San Julián) subsiste en la provincia de La Coruña. Taras,
antis=Tarento, es el nombre de este pueblo y su golfo en Italia y también el
del hijo de Neptuno el dios de las aguas. Tarus es un río de Cerdeña. Tarsia la
ciudad del Asia Menor. Tartesis el nombre de la isla de Cádiz. Todas estas
voces nos recuerdan la voz Sámudra= conjunto de aguas en Sanscrito.
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