sábado, 11 de enero de 2014

(A GUARDA) por Domínguez Fontela, NUESTRO TEMPLO PARROQUIAL (IV)

JUAN DOMÍNGUEZ FONTELA


NAVE DE LA DERECHA

Tiene tres altares: el de la cabecera dedicado actualmente a la Concepción; el de la Virgen del Rosario y el de las Ánimas, y además las capillas de Correa y Santa Rosa.
Altar de la Concepción.- Este estuvo hasta hace pocos años dedicado a la Virgen del Carmen y en él se estableció en 1738 la Cofradía del Santísimo Escapulario que hoy todavía subsiste.
Fue construido este altar, así como también el compañero que forma cabeza de la otra nave, en 1720. Es de gusto churrigueresco y se halla dividido en tres cuerpos, cada uno de los cuales consta de tres compartimentos. El central del cuerpo superior tiene una imagen de la Santísima Virgen tallada en el siglo XVI. Bajo ella está la imagen de Santa Liberata martirizada en crucifixión.
En los años 1751 a 1757 predicó gran número de misiones en Galicia y gran parte del norte de Portugal el celoso e ilustrado sacerdote Dr. D. Francisco Colmenero, en las que dejaba como medio de perseverancia la Cofradía del Carmelo. Sus trabajos apostólicos están sellados con grandes prodigios, como puede verse en el libro El Carmelo Ilustrado (6). La cofradía carmelitana de La Guardia recibió grandes impulsos con la misión predicada aquí en 1751 por dicho misionero apostólico. De este año son las imágenes de San Alberto de Sicilia San Franco de Lena colocados en sendos camarines laterales del segundo cuerpo de este altar. De esta misión conservase la cruz de Perseverancia y Recuerdo en la sacristía de la iglesia.

(6) Valladolid 1754.

Dentro de un sencillo camarín de corte ojival incrustado recientemente en el centro del primer cuerpo del retablo hallase colocada la bellísima imagen de la Purísima Concepción de María que veneramos en nuestra parroquial. Fue regalada por el distinguido hijo de nuestra villa D. Constantino Nandín Villafruela, residente en la ciudad de Querétano (;México) donde falleció cristianamente en septiembre de 1894. Es esta la más bella y preciosa imagen de nuestro templo, en que los más inteligentes peritos en este difícil arte plástico, no pueden menos de admirar los grandes conocimientos escultóricos y pictóricos del artista que la hizo, así como también la inspiración devota y cristiana de esta producción de su ingenio.
Las deficiencias del sitio en que se halla, especialmente la débil luz que la ilumina, son causas de que esta preciosa escultura no sea admirada cual debiera.
ALTAR DE SANTA ROSA
Llamábase así el actual vestíbulo o pequeño recinto que existe al pasar de de esta nave a la sacristía. Fue fundada esta capilla en el año 1717 por doña Ángela García, viuda de D. Gonzalo de Lomba y su hijo D. Francisco de Lomba, párroco de esta villa.
Sobre el dintel de la puerta de entrada hay una inscripción cuya lectura, deshechos los nexos y otras irregularidades gráficas es la siguiente: ESTA CAPILLA FVNDO DON FRANCISCO LOMBA COMISARIO DE INQUISICIÓN Y ABAD DE ESTA VILLA. ES PATRONATO LEGO PROPIO PARA SUS HEREDEROS. AÑO DE 1717.
En el dintel de la puerta hay otra inscripción que no reproducimos porque viene a decir lo mismo.
El retablo era churrigueresco y tenía la siguiente inscripción: Esta capilla dedicó e hizo por su cuenta D. Francisco de Lomba abad y Comisario del Santo Oficio a San Francisco, santa Rosa de Vitervo y San Antonio, con licencia del Sr. Obispo de Tuy el año de 1717. Pintolo Juan Antonio Rolán.
En 1896 se deshizo este altar y su artístico retablo se retiró a una dependencia de la iglesia.
Capilla de la virgen del Buen Suceso, hoy de los Dolores.- Esta pequeña Capilla fue fundada por el párroco de esta villa y canónigo de Tuy D. Lorenzo Correa en 1520.


Testimonia esto la lápida situada sobre el arco de entrada a la misma que dice así en hermosos caracteres de relieve:
                                                           
 ESTA CAPILLA
 MANDO FA
CER LSO,CORREA

Fue destinada para contener el sepulcro del fundador, el cual subsiste todavía detrás del actual retablo y altar, bajo un arco gótico carpanel. La clave de este arco es un artístico escudo con las armas del fundador, igual al que está en la pared hacia el templo, sobre el arco de entrada.
En el frontis de esta caja sepulcral está duplicado el escudo del fundador y entre ambos alzase el árbol superado por un águila que lleva en sus garras un pez. Alrededor de estos signos heráldicos está grabada la siguiente inscripción en caracteres góticos imperfectos: HIC JACET LAURENTIVSCOREA TUDENSIS ECCLESIAE CANONICVS ABBASHVJVS ECCLESIAE: M:D:XXXI:ANOS.
El altar de esta capilla dedicado a la Virgen del Buen Suceso (7) está colocado en el lienzo norte, o sea el derecho según se entra. En este altar hubo antiguamente una Cofradía de la Concepción Inmaculada y uno de los piadosos descendientes del fundador legó rentas para que todos los años se cantase allí misa el día 8 de diciembre.
En 1701 fundaron un mayorazgo con sus bienes los señores D. Francisco Antonio de Losada y su esposa D.ª Isabel Ozores, de la familia de los Correa, de La Guardia.
Entre las condiciones de este mayorazgo se señaló la siguiente clausula: Item es condición y carga de que en cada un año los sucesores de dichos bienes aquí vinculados han de mandar decir una misa cantada a Nuestra Señora la Madre de Dios en la capilla que tienen los otorgantes en la parroquia de dicha villa, que se nombre de NUESTRA SEÑORA DO PEITO, bien sabida y conocida; la cual dicha misa se ha de decir el ocho de diciembre de cada un año.
En el lienzo de la pared del lado opuesto se abrió en 1780 un arco con su caja tumbal, para sepultura de personas de la familia. La última persona que allí fue sepultada es, D. Antonio María de Parga Boan, teniente capitán del Regimiento de Compostela, de guarnición en Santa Cruz de La Guardia.
(7) Archivo de la Casa-Torre de Goyán, de que es hoy propietario, así como de esta capilla D. Joaquín Botana Cadaval, de la ciudad de Vigo.
Al regresar en 1867 de Puerto Rico el distinguido hijo de esta villa D. Joaquín Alonso, ofreció al párroco Sr. Salgado la cantidad de 4.000 reales para objetos de culto. Como esta capilla estaba entonces muy abandonada y derruido su altar, el mencionado párroco encargó la construcción del actual retablo, al escultor D. Cándido Sobrino, quien en breve tiempo terminó la obra.
Este actual retablo es de hermosa perspectiva. Pertenece al estilo de restauración llamado de Luis XV y aunque la escasa altura de la capilla impidió al Sr. Sobrino desarrollar su proyecto, supo, sin embargo, salir airoso de su cometido y darnos una hermosa producción de sus aptitudes artísticas.
Consta el retablo de tres hornacinas: la central, con la imagen de la Virgen Dolorosa; la de Jesús Nazareno, a la izquierda y la Verónica a la derecha.
Debemos hacer constar que la Virgen Dolorosa es merecedora de la atención de los inteligentes por su artística facción en la que se refleja plásticamente el intenso martirio de María. Fue adquirida en Madrid en 1774.
Esta imagen y la del Nazareno estaban antes colocadas en sendos camarines u oratorios hechos en 1765 y adosados a las columnas del templo que sostienen los arcos formeros frente a esta y a la capilla de la Santísima Trinidad.
SANTO CRISTO YACENTE

En esta capilla, en una hornacina situada bajo la mesa del altar, guardase la urna del Santo Cristo Yacente que se venera en las sagradas funciones del Descendimiento y Santo Entierro el Viernes Santo de cada año.
Conociendo en 1879 varios piadosos caballeros hijos de esta villa que la imagen de Jesucristo destinado a aquellas sagradas ceremonias estaba muy deteriorada,  constituyeron una comisión encargada de gestionar la adquisición de la actual. Encargado de este trabajo el escultor guardés D. Cándido Sobrino, dio pronto término a su compromiso ofreciendo a sus paisanos esta hermosa escultura que causa la admiración y excita la piedad de cuantos la ven. Está tallada en incorruptible cedro y tanto en sus líneas generales, como en los más insignificantes detalles, acusa en su autor un conocimiento muy completo de la anatomía escultórica y en el difícil arte de imprimir mística inspiración en la materia informe. Estrenose esta obra en la Semana Santa de 1880, siendo indulgenciada por el Sr. Obispo Dr. Valero, a la sazón prelado tudense.

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