JUAN
DOMÍNGUEZ FONTELA
ALTARES DE S. JUAN Y DIVINO SALVADOR
Hallábanse situados entre la puerta lateral y la
escalera del coro, la cual ocupaba entonces menos espacio. Fueron fundados el
primero en 1650 y el segundo en 1696.
Como ambos estaban muy deteriorados, por auto de
visita pastoral, se mandó reducirlos a uno solo, reuniendo los elementos
arquitectónicos sanos de ambos, lo cual se efectuó suprimiendo el de S. Juan y
restaurando el del Salvador.
Había sido fundado este altar por las personas que
mencionan las siguientes inscripciones pintadas en dos óvalos bajo las
hornacinas del Salvador y de la Virgen. Decían así: ESTE ALTAR CON SU RETABLO
LO MANDÓ HACER Y PINTAR D. CRISTOBAL ANTONIO LOSADA Y SU MUJER D.ª MARÍA PÉREZ
DE BEA COMO PATRONOS Y FUNDADORES DE ESTA CAPILLA DE SAN SALVADOR. SU CAPELLÁN
D. BENITO DE LOSADA. AÑO DE 1696.
2.ª) TAMBIÉN ESTOS MISMOS PATRONOS FUNDARON EN ESTE
MISMO ALTAR OTRA CAPILLA DEDICADA A NUESTRA SEÑORA DEL BUEN SUCESO. CAPELLAN D.
FRANCISCO DE LOSADA. AÑO DE 1702.
3.ª) REEDIFICOSE Y PINTOSE. AÑO DE 1750.
En 1861, como
amenazaba ruina la puerta del templo desde la puerta lateral hasta el atrio al
hacer esta reparación y, con motivo de construir escaleras más amplias para la
subida al coro, se quitó este altar, retirándose sus maderas a una dependencia
de la rectoral. Con los restos de este altar reconstruyose, siendo cura ecónomo
de La Guardia D. Enrique Fandiño el que hoy existe en la capilla de San
Cayetano del barrio de la Cruzada, de esta villa.
D. Cristóbal de Losada, Coronel de Caballería,
natural de Zamora, era regidor perpetuo de La Guardia, y se casó con D.ª María
Pérez de Bea, de Salvador de Piñeiro, jurisdicción de Rivas de Miño, procedente
de la casa de Sierun. Falleció en La Guardia en 28 de enero de 1719. V.
Apéndice III.
Sobre esta capilla fundó mayorazgo y capellanía
colativa familiar en 17 de septiembre de 1729 D. Pedro Caballero y Somoza, abad
párroco de S. Salvador de Louredo (Redondela) agregándole muchas fincas urbanas
y rústicas situadas en esta villa y en las parroquias inmediatas. Entre ellas
la casa que está en el atrio de la iglesia, frente a la puerta principal.
Conservase todavía la casa como aquel la hizo y sobre
la puerta de entrada está un escudo partido en dos campos: el de la derecha son
tres flores de lis de oro en campo azul. En la izquierda son seis dados de
juego con cinco puntos cada uno de ellos en campo rojo. Los dados están unos
sobre otros en dos filas de a tres dados sobre unas ondas del mar. De la mitad
del escudo en que están las flores de lis sale un dextroquerio, que es un brazo
armado con una maza sobre los dados. Vid. Galicia Diplomática. Tomo IV, p. 167.
Este párroco edificó la actual torre y restauró parte
de la citada iglesia de Louredo (8). Su nombre y la data de ello consta en una
inscripción grabada en una de las paredes de la torre de la misma.
CUADROS DEL ARCO TRIUNFAL
Son dignos de
estudio los ocho cuadros religiosos pintados en madera que están situados sobre
el arco que da acceso a la capilla mayor.
Están situados en dos series sobrepuestas: 3 en la
parte superior y 5 en la inferior.
Los cuadros de la parte superior representan a los
doctores de la Iglesia San Jerónimo y San Agustín, a la derecha, y San Gregorio
y San Ambrosio a la izquierda.
H(IZOSE) S (IENDO) A
(BA)D
D. PEDRO CAVALLERO
DE SOMOZA
AÑO DE 1722
Este hijo de La
Guardia fue párroco de Louredo desde 1717 hasta 1730. Falleció el 17 de febrero
de 1739 a
los 66 años de edad.
El cuadro central de la misma de la misma serie
representa la Coronación de la Santísima Virgen en su Asunción gloriosa a los
cielos.
Los de la serie inferior representan: 1.º El
nacimiento de Cristo, 2.º La venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y
discípulos de Cristo, presididos por María, 3.º La Ascensión de Cristo a los
Cielos, 4.º La resurrección del mismo, 5.º La adoración de los Santos Reyes.
Creemos que estos cuadros fueron pintados en el siglo
XVI y revelan en su autor un conocimiento completo de la pintura ornamental
religiosa. La composición, cuyo objeto queda señalado, es perfecta, pues tanto
en su dibujo, como en su colorido y en la combinación del claro oscuro, da a
conocer en su autor posesión completa de su cometido. Según hemos podido
derivar, algunos de estos cuadros han sido renovados y avivados en época
reciente, con perjuicio del trabajo artístico primitivo.
(8) Dice así la inscripción de la torre de
Louredo:
Estos cuadros estaban primitivamente colocados en la
capilla mayor en la que servían de retablo, lo cual era costumbre muy
generalizada en los siglos medioevales, pero cuando a mediados del siglo XVIII
se construyó el actual retablo, se destinaron a ornamentar el frontis de la
pared que está sobre el arco triunfal del templo, lo cual se hizo en 1758,
según aparece consignado en documento
auténtico que hemos tenido a la vista.
Diez años más tarde, o sea en 1768, nos dice uno de
los libros de fábrica de la iglesia, que se pintaron unas tablas del frente del
arco toral, consistiendo este trabajo en la pintura ornamental de las tablas
que sirven de marco a estos cuadros y en unos angelotes en actitud de sostener
unos cortinones que había en los ángulos de la misma pared sobre los púlpitos y
bajo dichos cuadros.
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