LA PARROQUIA DE LA GUARDIA
JUAN
DOMÍNGUEZ FONTELA
CAPILLA MAYOR
Altar Mayor de la
iglesia parroquial de La Guardia.
En la fotografía el
párroco Nicolás Salgado Rotea y Bernardo Nandín Villafruela (1868).
Está
consagrada al misterio de la Asunción gloriosa de la Santísima Virgen, cuya
imagen alzase, majestuosa, rodeada de ángeles y nimbos de luz dentro de una
hermosa concha radiada con que está constituido el segundo cuerpo del retablo
de esta capilla. Lástima que la escasa altura de esta y la escasa luz que la
alumbra impiden gozar de la esbeltez y correctísima talla de esta bellísima
imagen, debida, sin duda alguna a uno de los mejores escultores españoles de
fines del siglo XVIII.
El retablo de esta capilla es talla de uno de los
admiradores del estilo borrominesco. Resulta bien proporcionado, aunque le
resta gran parte de su gracia la escasa altura. Es este retablo muy rico en
ornamentación, pues las pilastras, columnas, cornisamento, grandes frisos,
arcos calados y otros motivos de exornación hállanse combinados con profusión,
no desprovisto de arte, que le hace elegante sin resultar pesado.
Fue tallado poco antes de 1748 y se colocó, pintó y
doró en 1754. Además de la imagen de la Virgen en su Asunción, es muy digno de
recordarse el óvalo en que está la imagen del Sacratísimo corazón de Jesús,
sobre una nube de luz, entre cabezas aladas de ángeles y rayos de luz divina.
Fue regalado a la iglesia en 1754 con motivo de la misión del P. Calatayud,
según referimos al hablar de los orígenes del culto del Santísimo Corazón entre
nosotros.
En este altar es bellísimo el frontal tallado en
medio relieve de su mesa. En su centro hay otra imagen del Sagrado Corazón. El
compartimento de este frontal así como los otros cuatro en que está dividido
ostentan una talla delicadísima, bellísima. Fue labrado en 1749.
Una particularidad muy curiosa tenía el Sagrario de
este altar y era que estaba dispuesto de modo que sobre la puerta del mismo
sagrario abríase una hornacina para hacer las medias exposiciones y al respaldo
había otra hornacina rasgada, amplia,
donde cómodamente cabía el alto y clásico ostensorio y viril en que se
exponía al Señor. Para comodidad de este culto todo el Sagrario, que era
cilíndrico, giraba sobre el mismo con toda facilidad. En la puerta del Sagrario
hay esculpida una imagen de Jesucristo, el buen Pastor, llevando dulcemente
reclinada sobre sus hombros la oveja descarriada de que nos habla el Santo
Evangelio. Este amplio Sagrario cobijábase
bajo un artístico baldaquino sostenido por ángeles y pilastras
ornamentadas al estilo de la época churrigueresca.
Sobre las puertas laterales del altar alzábanse antes
cuatro hornacinas sobrepuestas, que recientemente han sido rasgadas para formar
dos, una a cada lado del centro del retablo. En ellas están hoy colocadas las
bellísimas imágenes de los Sagrados Corazones de Jesús y María, debidas al arte
del hábil escultor catalán Miguel Castellanasi.
Altar Mayor, sobre
la década de los 50.
Este altar recibió modificaciones no plausibles en
diversas épocas.
Los angelitos y las
lámparas donadas por el guardés D. José Ventura Rubin de Celis en 1857.
Ostenta hoy en el camarín central una hermosa
escultura de Jesús Niño, regalo de la piadosa dama D.ª Manuela Vicente Portela,
de Nandín.
La bóveda de esta capilla es de piedra y está
sostenida por una sencilla nervatura de traza rectangular o artesonada. Antes
de la restauración de toda la techumbre del templo en 1880, en cada uno de los
compartimentos de la techumbre de esta capilla, había pintadas delicadas
alegorías a algunos de los símbolos bíblicos de María repetidos en la letanía
lauretana. En el centro de dicha bóveda admirase hoy una hermosa copia de una
de las Concepciones de Murillo debida a la inteligente paleta de D. Ramón Buch,
de Vigo.
Notabilísima es la lámpara de plata que pende en la
Capilla mayor ante el Santísimo Sacramento, la cual tiene grabada en el
extradós de su copa la siguiente inscripción:
ESTA LAMPARA Y SU COMPAÑERA DE PLATA DE LEY
QUE PESAN 44 M’2012 ADARMES SON PARA ALUMBRAR PERENNEMENTE AL SSMO. SACRAMENTO
EN LA IGLESIA PARROQUIAL DE STA. MARIA DE LA VILLA DE LA GUARDIA OBISPADO DE LA
CIUDAD DE TUY EN EL REINO DE GALICIA DE LA FUNDACIÓN QUE LA BUENA MEMORIA DE
DON JOSE VENTURA RUBIN DE CELIS VECINO DE ESTA CIUDAD DE SEVILLA Y NATURAL DE
DICHA VILLA HA HECHO Y CONSTA EN EL LIBRO DE DICHA FUNDACIÓN AL CARGO DEL
MAYORDOMO DE LA FABRICA DE DICHA IGLESIA PARROQUIAL.
Estas lámparas estaban suspendidas de cadenas cogidas
por las manos de los dos ángeles de talla que se hallan adosados sobre ménsulas
a los lados del arco triunfal.
Dice así la inscripción de los carteles que los
mismos sostienen:
(Ángel de la derecha)
LAS
DONARON
A ESTA IGLESIA
Y ESTOS ANGE-
LOTES DON
JOSE
VEN
TURA
(Ángel de la izquierda
RU
BIN
DE CE
LIS Y SU MUGER
D.ª TERESA DE
NANTES
DE SEVILLA
Y EL NATURAL
DE ESTA
AÑO
DE
1787
La rapacidad de nuestros gobiernos revolucionarios
que deshonraron y empobrecieron a España, arrebató una de las lámparas. Solo la
prudencia y habilidad del párroco que en 1836 regía esta villa pudo salvar la
que resta.
D. José Ventura Rubín de Celis, comerciante de
Sevilla, natural de La Guardia, no solo donó estas lámparas, sino que dejó
también rentas suficientes en bienes hipotecados en varias fincas de esta
comarca “para la congrua manutención de aceite para alumbrar al Santísimo
Sacramento y que pueda consumirse en las dos lámparas en el transcurso del año.
En los infaustos días de la desamortización nuestros
gobernantes se chuparon también el aceite de estas lámparas.
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